NUEVA YORK._ Mientras se velaban ayer lunes en la
funeraria Ortiz de El Bronx, los restos del padre dominicano de dos
hijos Ángel Rojas de 39 años de edad y nativo de ceiba de Madera en
Moca, su viuda María López, insistió en reclamar justicia a las
autoridades y pidió que todo el peso de la ley caiga sobre el pandillero
Kahton Anderson de 14 años, quien mató al dominicano de un balazo en la
cabeza, mientras ambos se transportaban en un autobús de la ruta B-15.
El cadáver de Rojas, yacía en un ataúd blanco y rodeado de coronas de flores y mensajes alegóricos de dolor y pesar.
Docenas de comunitarios llegaron a la casa fúnebre
para estar junto su viuda y sus hijos Saury de 12 anos y Abril de 8,
quienes eran abrazados y consolados por muchos de los presentes en el
velatorio.
Ambos menores, agradecieron el respaldo de la
comunidad, bodegueros y algunas instituciones que respondieron con ayuda
económica para contribuir al pago de los costos funerarios y el
traslado del cuerpo a la República Dominicana.
El cadáver de Rojas, quien tenía 39 años de edad,
será transportado hoy martes en la mañana a su tierra natal, donde
también será velado y sepultado mañana miércoles.
"No puedo creer que una persona tan joven, andaba
con esa poderosa arma", dijo bañada en llanto la viuda en referencia al
revólver Magnum .357 utilizado por el pandillero para disparar en la
guagua, contra gangueros rivales, con los que se había enfrentado el día
anterior al asesinato de Rojas.
Una de las seis balas disparadas por Anderson,
impactó la cabeza de Rojas. Testigos dijeron que todos los pasajeros, se
agacharon para evadir los plomos, pero que el dominicano se quedó de
pie, aunque esa versión, no ha sido confirmada por los investigadores.
La señora López de 41 años de edad y quien llegó a
Nueva York junto a su esposo e hijos hace menos de cuatro años, dijo
que la detención del pandillero, no alivia de ninguna manera el
indescriptible dolor de su corazón.
Aunque dijo que se siente un poco aliviada por el
arresto del pandillero, se preguntó que "¿dónde está Angel?, no tengo a
Angel. El no está conmigo".
La víctima, estaba viajando de su primer trabajo
hacia su casa en la guagua de la ruta B-15, cuando el pandillero Kahton
Anderson, subió armado al vehículo persiguiendo a dos gangueros rivales,
con quienes había tenido una confrontación anterior.
Ya dentro del autobús, Anderson, avistó a sus
enemigos y comenzó a dispararle con un revólver Magnum calibre .357, sin
impactar a ninguno de ellos que se escondieron en la parte trasera de
la guagua.
A diferencia de la mayoría de otros pasajeros, que
se guarecieron y cubrieron detrás y debajo de los asientos, el padre
dominicano no tuvo la misma suerte. Rojas, fue alcanzado con una de las
balas en la cabeza y murió posteriormente en el Centro Médico Woodhull
de Brooklyn, donde fue transportado por paramédicos y policías.
El pandillero, miembro de la ganga "Stock Money",
fue procesado en el cuartel 79 de Brooklyn, donde, según fuentes de la
investigación no mostró ningún remordimiento por el asesinato del
dominicano.
El Comisionado del Departamento de Policía,
William Bratton, dijo Rojas, no era el blanco del pandillero y que una
de las estupideces de los gangueros, es la de matarse entre sí por
motivos muchas veces por nada.
"Desafortunadamente, en sus enfrentamientos, matan
a personas inocentes como hicieron con este joven trabajador que
buscaba levantar a su familia", añadió el comisionado.
Bratton, también deploró que Anderson, anduviera en las calles con un arma tan poderosa como el Magnum .357.
"Es un arma demasiado grande para un muchacho tan pequeño", dijo.....Fuente:Elnuevodiario
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