CIUDAD DEL VATICANO/EFE.- El papa Francisco y el presidente de Estados
Unidos, Barack Obama, se reunieron hoy durante 50 minutos, y en total el
mandatario estadounidense permaneció en el Vaticano durante dos horas.
La entrevista con el papa duró, por tanto, más de la media hora
habitual en las conversaciones del pontífice con los jefes de Estado y
Gobierno que le visitan.
Tras el ceremonial del intercambio
de regalos y la presentación de su delegación, Obama se reunió con el
secretario de Estado Vaticano, Pietro Parolin, quien el pasado enero ya
mantuvo una larga conversación en el Vaticano con su homólogo
estadounidense, John Kerry, quien también participó hoy en la reunión.
Obama abandonó el Vaticano a las 12.20 hora local (11.20 GMT), dos
horas después de su llegada, con destino al Quirinale, sede de la
presidencia italiana, para almorzar con el jefe de Estado, Giorgio
Napolitano.
La reunión había comenzado a las 10.30 hora
italiana (09.30 GMT), cuando el primer papa latinoamericano recibió a
Obama en la Sala del Tronetto, anexa a la biblioteca.
Ambos
posaron unos instantes ante los fotógrafos y después pasaron a la
biblioteca privada, donde se sentaron uno frente a otro delante de un
escritorio y el papa le dijo en inglés: "Bienvenido, señor presidente".
"Es maravilloso conocerle", dijo por su parte Obama al pontífice argentino.
Tras algunos minutos, se invitó a periodistas y fotógrafos a
abandonar la sala y comenzó la reunión privada con la ayuda de dos
intérpretes.
Mientras, la amplia delegación estadounidense,
en la que figura Kerry, estuvo acompañada por el prefecto de la Casa
Pontificia, el arzobispo Georg Ganswein, y fue posteriormente invitada a
entrar en la biblioteca para la entrega de regalos y los saludos.
Durante los saludos, Kerry, que llegó esta mañana desde Jordania
para esta ocasión, dijo al pontífice que era "un placer" conocerle y que
era "un gran admirador" suyo como católico.
Como al resto de
mandatarios, Jorge Bergoglio regaló a Obama su primera exhortación
apostólica, "Evangelii Gaudium" (La alegría del Evangelio), publicada el
pasado 26 de noviembre, y un medallón artístico que representa al
"Ángel de la Paz", como el mismo papa explicó a Obama.
También le entregó una colección de monedas de su pontificado, que se
cayeron cuando se las mostraba, lo que provocó la risa de ambos.
El presidente de Estados Unidos le regaló al papa un estuche con
algunas semillas de árboles y especies que crecen en el jardín de la
Casa Blanca.
"Si tiene la posibilidad de venir a la Casa
Blanca podrá también visitar el jardín", dijo Obama en lo que significó
una invitación informal al pontífice, quien contestó en español con un
diplomático: "claro".
Al final de los intercambios de obsequios, Obama y Francisco se dieron un largo apretón de manos.
El papa se había mantenido serio durante las fotos y el saludo a
Obama, pero se le vio mas relajado y sonriente durante el intercambio de
obsequios.
Obama tiene previsto, tras almorzar con Napolitano, entrevistarse con el presidente del Gobierno italiano, Matteo Renzi.
A las 17.00 horas locales (16.00 GMT), el presidente de EE. UU.
visitará el Coliseo de Roma, que ha permanecido cerrado durante toda la
jornada por motivos de seguridad.
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