BOGOTã, 06 Feb 2013 (AFP) - La guerrilla
izquierdista ELN, que en las últimas semanas secuestró a cinco
extranjeros en Colombia, busca apremiar al gobierno para que le incluya
en el proceso de paz que mantiene con la más poderosa FARC, según
analistas que la consideran además una decisión inconducente.
"Uno de sus objetivos es llamar la atención sobre las negociaciones
de paz. Ellos quieren entrar. Pero recurrir al secuestro para vincularse
a una mesa de negociación es un camino muy equivocado", dijo a la AFP
León Valencia, director de la Corporación Nuevo Arco Iris, especializada
en el conflicto armado colombiano.
El Ejército de Liberación Nacional (ELN, guevarista), la segunda
guerrilla en importancia de Colombia, viene insistiendo desde finales
del año pasado en su intención de sentarse en una mesa con el gobierno, y
hasta anunció que ya tenía lista su delegación para iniciar el proceso.
Pero el presidente Juan Manuel Santos, concentrado en las
conversaciones con las FARC que se desarrollan desde noviembre en La
Habana (Cuba), enfrió las expectativas del ELN reclamándole discreción
para los contactos.
Valencia cree que el gobierno requiere, antes de negociar con el ELN,
un acuerdo sobre los temas de la agenda de la mesa y que el grupo
rebelde tome algunas medidas ya asumidas por las FARC, como el
compromiso a abandonar el secuestro de civiles.
"Al parecer el gobierno, por información que ha salido, suspendió
desde octubre los contactos con el ELN y creo que ellos están
respondiendo con este tipo de acciones", señaló el analista en
referencia a los recientes secuestros.
En los últimos meses, la guerrilla ha intensificado sus acciones de
impacto mediático con el sabotaje de importantes infraestructuras
energéticas y los raptos de seis trabajadores de una empresa minera el
18 de enero, entre ellos dos peruanos y un canadiense, y el de dos
jubilados alemanes, anunciado el lunes.
Para Valencia, que formó parte del ELN durante más 20 años, la
guerrilla viene fortaleciéndose con lucrativas fuentes de financiación
como la minería ilegal de oro, la extorsión y el contrabando de
gasolina, en sus zonas de influencia, especialmente en la frontera con
Venezuela.
"La guerra se hace con plata (...) ahora vuelven a tener grandes
campamentos, armamento, uniformes y capacidad de realizar acciones en
algunas zonas. Es muy preocupante", sostuvo Valencia, quien se
desmovilizó a inicios de la década de 1990.
Jairo Libreros, experto en seguridad, también considera los secuestros de extranjeros como "una torpeza política".
"Apostaron por un secuestro político buscando réditos internacionales
y se equivocaron. No lo van a conseguir", señaló a la AFP este profesor
de la privada Universidad Externado de Colombia.
Una fuente del gobierno alemán descartó que Berlín vaya a interceder
ante Bogotá para que se establezca la mesa de diálogo con el ELN, según
informó este miércoles el diario El Tiempo,
Los insurgentes dijeron haber capturado a los dos alemanes en la
conflictiva región de Catatumbo (noreste) y los acusaron de espías, lo
cual fue rechazado por Santos.
Una guerrilla nacionalista y procubana
El ELN, que cuenta con unos 2.500 combatientes según estima el
gobierno, tiene una historia de 48 años de lucha armada que en ocasiones
ha sido opacada por el protagonismo de las FARC, surgida un año antes y
que en la actualidad tendría unos 8.000 insurgentes.
Según Valencia, ambas guerrillas viven una etapa de excelentes
relaciones después de años de enfrentamientos, pero sus diferencias
ideológicas siguen presentes.
El ELN se inspiró principalmente en la Revolución Cubana y las ideas
de Ernesto 'Che' Guevara, pero también tuvo una fuerte influencia
religiosa de la Teología de la Liberación y contó con curas como Camilo
Torres (1929-1966) y el español Manuel Pérez (1943-1998) como figuras
emblemáticas.
La agenda política de la organización liderada por Nicolás
Rodríguez alias 'Gabino' "tiene que ver con el nacionalismo y el control
de los recursos naturales más que con el de la tierra, que ha sido un
discurso de las FARC", describió Valencia.
Libreros ve al ELN como una organización más pragmática que las
FARC, cuyo discurso es marxista-leninista, pero también más "aislada de
la vida real" por lo que el experto supone que este eventual proceso de
paz sería más complicado.
En el pasado, el gobierno de Colombia ha intentado en cuatro
ocasiones lograr una salida negociada al enfrentamiento con el ELN.
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