Uñas de Saraí Sierra tendrían ADN de su asesino en Turquía.

ANKARA, Turquía/AP – Con la ayuda de perros rastreadores, la policía turca recorre hoy nuevamente el área donde el sábado fue hallado el cuerpo de la madre de origen puertorriqueño, Saraí Sierra, de 33 años, en busca de pistas que permitan dan con la persona que le arrebató la vida en Estambul.

Y es que tras concluir la autopsia al cuerpo de Sierra - que dio como causa de muerte un fuerte golpe en la cabeza- se supo que bajo las uñas de la mujer fue hallado tejido, lo que apunta a que combatió a la persona que amenazaba su vida.

Muestras de este tejido junto a otras más del ADN de la víctima fueron enviadas hoy a un laboratorio criminal en Estambul, donde serán estudiadas a fin de proveer mayor información a la policía que les permita identificar al autor (a) o autores del asesinato de la turista.

Saraí Sierra, que trabajaba como asistente en la oficina de un quiropráctico en Staten Island, Nueva York, mientras completaba su bachillerato, salió de vacaciones rumbo a Turquía el pasado 7 de enero para pulir sus destrezas en la fotografía. El viaje, según han contado sus familiares, fue motivado por el éxito que tenían las fotos que publicaba en Instagram, donde en poco tiempo llegó a tener más de 3,000 seguidores. Muchos de éstos la motivaban a visitar diversos países y se ofrecían de buena fe a servirle de guías turísticos.

Así fue como Saraí y su esposo Steven Sierra acordaron que ella iría a Turquía durante dos semanas y él quedaría a cargo de sus dos hijos. En un principio, una amiga la acompañaría en la aventura, pero al final no pudo hacerlo por lo que Saraí partió sola, por primera vez, a un viaje tan largo.

Mientras estuvo en Estambul y en otros lugares de Europa, la mujer se comunicó a diario con su familia, hasta el 21 de enero, cuando se suponía regresaba a su hogar. Al quedarse esperándola en el aeropuerto su familia comenzó a sospechar que algo había ocurrido y se disparó la alarma de su desaparición.

Su esposo Steven y su hermano David viajaron a Estambul para ayudar a las autoridades a dar con su paradero y no fue hasta el sábado, 12 días más tarde de su desaparición, que su cuerpo fue hallado entre murallas históricas aledañas al puente Gálata, último lugar donde iría a sacar fotos.

El cadáver no presentó signos de agresión sexual y tampoco le fueron robados sus aretes, el aro matrimonial y un brazalete. Sí faltaban su iPhone y su iPad.

Hijos de Saraí desconocen lo que le ocurrió

En Staten Island, Nueva York, donde Sierra residía junto a su esposo Steven y sus dos hijos, de 9 y 11 años, los familiares se mantienen a la espera de cuándo el cuerpo de la mujer será enviado de regreso a los Estados Unidos. Por el momento, según reveló hoy su madre, Betzaida Jiménez, los dos hijos de Saraí desconocen lo que le ocurrió.

“Su papá (Steven) va a hablar con ellos cuando regrese (de Turquía). Nosotros estaremos junto a él dándole apoyo”, dijo Jiménez esta mañana al programa “Today” que transmite la cadena NBC.

Una vez más contó que este había sido el primer viaje a Saraí a Europa, y que había escogido Turquía porque “quería tomar fotos que reflejaran la historia del lugar… Estaba fascinada con sus puentes”, expresó Jiménez, quien entiende que su fe en Dios es la que le da fortaleza frente a esta situación.

“Taylan” la vio, pero no el 21 de enero

Por el momento más de 12 personas han sido interrogadas en torno a la desaparición y posterior asesinato de Saraí Sierra en Estambul, Turquía, pero la mayoría han sido puestas en libertad. Sólo quedan tres personas bajo custodia de las autoridades, que las siguen sometiendo a interrogatorios. No se informó la identidad de los detenidos.

Testigo vio cuando abandonaban el cuerpo

En cuanto a un sospechoso identificado como “Taylan”, el diario Vatan reportó que éste dijo a las autoridades que sí estuvo en comunicación con Saraí. “Nos vimos por primera vez el 13 de enero y hablamos sobre nuestras vidas y la fotografía, pero después cada cual se fue por su lado”.

Confirmó que sí habían quedado en encontrarse en el puente Gálata, pero que cuando llegó al lugar nunca logró dar con ella.