Una niña de 9 años y un joven de 23 murieron el sábado a balazos en medio de un enfrentamiento de dos bandas en el barrio El Caliche de San Luis, en Santo Domingo Este. La pequeña Darielkis Nicole Leyba Santana (Lesly) quedó atrapada en el tiroteo. El joven Franklin Graciano alegadamente era parte de las pandillas. Lesly regresaba de un colmado cuando se produjo el pleito. Una bala le atravesó el tórax afectándole el corazón y otra una pierna.
San Luis, Santo Domingo Este. Una niña de 9 años y un joven de 23 murieron el sábado a balazos en medio de un enfrentamiento de dos bandas en el barrio El Caliche de San Luis, en Santo Domingo Este. La pequeña Darielkis Nicole Leyba Santana (Lesly) quedó atrapada en el tiroteo, el joven Franklin Graciano alegadamente era parte de las pandillas.
Lesly regresaba de un colmado cuando se produjo el pleito. Una bala le atravesó el tórax afectándole el corazón y otra una pierna.
Todo ocurrió en un billar del lugar cuando en medio de una discusión fue a puñalado un muchacho de apodo Carlito. Los jóvenes salieron a la calle a dispararse a las 7:00 de la noche. En ese momento unas ocho niñas regresaban del colmado y Darielkis fue la que recibió el impacto.
Graciano, que supuestamente participó en el tiroteo, resultó herido, pero luego murió mientras era operado. La comunidad identificó al matador de la niña como Carlos Bembé, el cual huyó de inmediato.
Escenas desgarradoras se produjeron cuando el cuerpo de la pequeña era entrado a su casa por un estrecho callejón donde vive la familia. Por las casas donde pasaba la pequeña caja, salían gritos de dolor y algunas mujeres caían desmayadas.
Algunos niños compañeros de Lesly no paraban de llorar y se aferraban a las faldas de las mujeres o las piernas de sus padres cuando vieron el cuerpecito sin vida de su amiguita.
La madre biológica de la niña, Belkis Santana y la de crianza, Ginnette Santana gritan a su niña y clamaban que “ese era el regalo de madre que les dieron los delincuentes de la comunidad”.
David Leyba, padre de la menor, dijo que ese barrio esta desprotegido, que los “tígueres” andan por su cuenta y se enfrentan con frecuencia en medio de la gente. Deploró que a pesar de que San Luis es parte de “Barrio Seguro”, por allí no existe eso. Se preguntó si es que la gente tendrá que hacer justicia con sus propias manos por la inoperancia y dejadez de la Policía.
Tierra de nadie
Así definen los moradores de El Caliche ese sector por los constantes enfrentamientos entre bandas que se disputan el control de puntos de drogas. Kenny Beltré, un vecino de la niña, dijo que viven desesperados porque los delincuentes los tienen atemorizados.
Indicó que los delincuentes son conocidos por la Policía, pero que los agentes se ensañan contra los hombres serios de la comunidad.
Una señora, que no quiso decir su nombre, dijo que algo tiene que hacer la comunidad por San Luis, ya que la Policía no hace nada y precisó que no es el primer caso que ocurre en la barriada.
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