
El Vaticano criticó duramente ayer una gigantesca escultura modernista que retrata a Juan Pablo II, del escultor Oliviero Rainaldi, señalando que la estatua de bronce ubicada frente a la principal estación ferroviaria de Roma ni siquiera se parece al pontífice. Pasajeros y turistas dicen que les recuerda al difunto dictador Benito Mussolini, más que al amado Papa.
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