BOGOTÁ. Los colombianos acuden a votar el domingo en
las primeras elecciones presidenciales desde la firma de un acuerdo de
paz con el mayor grupo rebelde del país, las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia.
Cinco candidatos compiten por la presidencia, pero en esta ocasión
los colombianos ya no tendrán el ojo puesto en un sangriento conflicto
sino que valorarán temas como la corrupción, la desigualdad, el crimen y
las complejas relaciones con el régimen socialista de la vecina
Venezuela.
“Por el bien de las próximas generaciones salgan a votar”, dijo el
presidente Juan Manuel Santos, después de emitir su voto en el centro de
Bogotá. “Si salen a votar todos ganamos”.
Los dos candidatos principales han presentado visiones drásticamente
distintas tanto del modelo económico de Colombia como del futuro de su
divisivo proceso de paz durante una campaña polarizadora marcada por una
ola de sentimiento antisistema.
Las encuestas están encabezadas por el exsenador conservador Iván
Duque, el protegido del popular expresidente Álvaro Uribe, quien lidera
las críticas al proceso de paz, pero los sondeos indican que es poco
probable que obtenga más del 50% de los votos, necesario para evitar una
segunda vuelta en junio. Por detrás está Gustavo Petro, antiguo
guerrillero y alcalde de la capital, Bogotá, cuyo ascenso planteó la
preocupación de que pueda empujar al país peligrosamente hacia la
izquierda y sacudir los mercados.
“Si él gana, tiene la oportunidad de cerrar algunas de estas
divisiones en Colombia”, dijo Michael Shifter, presidente del centro de
análisis Dialogo Interamericano, sobre Duque. “Pero la gran duda es cuál
será el papel de Uribe”.
La campaña desató temores tanto en la derecha como en la izquierda
del arco político, con los críticos de Duque advirtiendo que su
presidencia sería equivalente a un tercer mandato de Uribe, algo
prohibido por la Constitución. Aunque es muy popular entre los
colombianos por mejorar la seguridad y debilitar a los grupos armados
ilegales, durante los años de Uribe en el poder, el ejército cometió
serias violaciones de los derechos humanos.
Por su parte, Petro y su plataforma populista han sido comparados por
los críticos con el fallecido líder socialista venezolano Hugo Chávez,
de quien el candidato era admirador. Petro señaló que el modelo
económico venezolano no funciona y se presentó como un “firme
adversario” del actual presidente del país vecino, Nicolás Maduro.
Propone una revisión del modelo económico para que Colombia se libre
de la dependencia de las exportaciones de petróleo, impulsando a cambio
su producción agrícola por medio de una reforma agraria. Según su
programa, se elevarían drásticamente los impuestos sobre tierras no
productivas para animar a los terratenientes a venderlas al Estado.
Hollman Morris, un periodista colombiano que ha estado apoyando la
campaña de Petro, dijo que su trayectoria de militante izquierdista a
congresista y alcalde de Bogotá, a posiblemente a la presidencia, es un
signo importante de la evolución política del país mientras los votantes
muestran su disposición para avanzar más allá del temor a los
candidatos de izquierdas.
“Creemos que Colombia ha alcanzado un nivel de maduración
importante”, señaló Morris en la sede de la campaña de Petro. “También
paralelamente Colombia se empieza a dar cuenta del declive, del
deterioro, del decaimiento de una clase política tradicional totalmente
absorbida por la corrupción”.
En los días previos a la primera ronda de las elecciones, Petro acusó
a las autoridades de no abordar un problema en el software de votación
que, según dijo, podría derivar en fraude.......Fuente:Hoy.com.do/AP
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