A más de un año de
la división comunitaria por la propuesta de expansión del Distrito para
el Desarrollo de Negocios (Business Improvement District, BID) en el
vibrante vecindario de Jackson Heights, los residentes y funcionarios
electos lograron el acuerdo que se esperaba con el cambio de liderazgo
en la junta directiva.
La directora del Partnership, Leslie Ramos (43), pudo unificar a los grupos que se oponían al plan y llevó a la mesa de diálogo a los pequeños empresarios, la mayoría latinos, que en su momento alegaron exclusión en las decisiones fundamentales de la junta directiva.Ocho cuadras de la calle 82 forman un BID desde 1990, pero temiendo la gentrificación y el alza en los alquileres comerciales y residenciales, vecinos y comerciantes se oponían a la expansión de 20 cuadras entre las calles 82 y 104, a lo largo de la Avenida Roosevelt con una porción de Junction Boulevard.Ramos, quien trabajó para la oficina del alcalde en la administración de Michael Bloomberg, terminó con la tensión por el plan para el desarrollo de negocios impulsado una junta directiva diversa, que estableció un convenio de representación comunitaria.El acuerdo —en forma de un Memorando de Entendimiento (MOU)— entre la concejal Julissa Ferreras, el 82nd Street Partnership y la junta directiva, implementa cambios que otorgan poder a los grupos que inicialmente alegaron un proceso antidemocrático en el plan de expansión, entre ellos los vendedores no establecidos."El comercio ambulante es parte de la cultura latinoamericana y ahora se está respetando nuestra contribución al crecimiento económico del barrio", indicó Claudia López, una vendedora ambulante por dos décadas en la Avenida Roosevelt.Según Ramos, este es el primer BID de la ciudad que considera al comercio informal en la toma de decisiones. "Se trata de una representación de diversidad local sin precedentes. Es más transparente y participativo", sostuvo.Ramos indicó que los cambios incluyen una junta directiva, de 25 miembros (Del total, ocho posiciones están asignadas a inquilinos y comerciantes), que garantizará atención a las necesidades de una comunidad diversa. A diferencia de otros BID en la ciudad, el de Jackson Heights-Corona Avenue trabajará con la comunidad LGBT, vendedores ambulantes, jóvenes, inquilinos y comerciantes.Ramos explicó que para tener un consenso comunitario real, las decisiones de mayor relevancia —como el incremento de tarifas de alquiler— requerirán el apoyo de 18 a 25 miembros de la junta."Existirá mayor apertura en el debate con un comité que integra a todas las voces del área", destacó. "Nuestros miembros estarán vigilantes de que las propuestas concuerden con las necesidades del vecindario".La concejal Ferreras expresó que el acuerdo define un nuevo BID que ofrece voz y voto a los grupos críticos de la expansión."Es un triunfo sobre los problemas que por demasiado tiempo la Avenida Roosevelt ha enfrentado", dijo Ferreras, cuyo distrito abarca los confines del BID. "Con este nuevo impulso podemos unirnos y prosperar como siempre lo hemos merecido". El acuerdo debe pasar por un proceso gubernamental para concretarse. El primer paso es presentarlo oficialmente en los Departamentos de Pequeños Negocios y de Planificación Urbana de la Ciudad, después la Junta Vecinal 3 y el Concejo Municipal le darán el visto bueno.
La directora del Partnership, Leslie Ramos (43), pudo unificar a los grupos que se oponían al plan y llevó a la mesa de diálogo a los pequeños empresarios, la mayoría latinos, que en su momento alegaron exclusión en las decisiones fundamentales de la junta directiva.Ocho cuadras de la calle 82 forman un BID desde 1990, pero temiendo la gentrificación y el alza en los alquileres comerciales y residenciales, vecinos y comerciantes se oponían a la expansión de 20 cuadras entre las calles 82 y 104, a lo largo de la Avenida Roosevelt con una porción de Junction Boulevard.Ramos, quien trabajó para la oficina del alcalde en la administración de Michael Bloomberg, terminó con la tensión por el plan para el desarrollo de negocios impulsado una junta directiva diversa, que estableció un convenio de representación comunitaria.El acuerdo —en forma de un Memorando de Entendimiento (MOU)— entre la concejal Julissa Ferreras, el 82nd Street Partnership y la junta directiva, implementa cambios que otorgan poder a los grupos que inicialmente alegaron un proceso antidemocrático en el plan de expansión, entre ellos los vendedores no establecidos."El comercio ambulante es parte de la cultura latinoamericana y ahora se está respetando nuestra contribución al crecimiento económico del barrio", indicó Claudia López, una vendedora ambulante por dos décadas en la Avenida Roosevelt.Según Ramos, este es el primer BID de la ciudad que considera al comercio informal en la toma de decisiones. "Se trata de una representación de diversidad local sin precedentes. Es más transparente y participativo", sostuvo.Ramos indicó que los cambios incluyen una junta directiva, de 25 miembros (Del total, ocho posiciones están asignadas a inquilinos y comerciantes), que garantizará atención a las necesidades de una comunidad diversa. A diferencia de otros BID en la ciudad, el de Jackson Heights-Corona Avenue trabajará con la comunidad LGBT, vendedores ambulantes, jóvenes, inquilinos y comerciantes.Ramos explicó que para tener un consenso comunitario real, las decisiones de mayor relevancia —como el incremento de tarifas de alquiler— requerirán el apoyo de 18 a 25 miembros de la junta."Existirá mayor apertura en el debate con un comité que integra a todas las voces del área", destacó. "Nuestros miembros estarán vigilantes de que las propuestas concuerden con las necesidades del vecindario".La concejal Ferreras expresó que el acuerdo define un nuevo BID que ofrece voz y voto a los grupos críticos de la expansión."Es un triunfo sobre los problemas que por demasiado tiempo la Avenida Roosevelt ha enfrentado", dijo Ferreras, cuyo distrito abarca los confines del BID. "Con este nuevo impulso podemos unirnos y prosperar como siempre lo hemos merecido". El acuerdo debe pasar por un proceso gubernamental para concretarse. El primer paso es presentarlo oficialmente en los Departamentos de Pequeños Negocios y de Planificación Urbana de la Ciudad, después la Junta Vecinal 3 y el Concejo Municipal le darán el visto bueno.
Voces a favor
La venezolana
Noris Sosa, copropietaria de la tienda Kids Fantasy, es una de las
comerciantes que se oponía a la expansión del BID. Al mes paga $16,000
de alquiler por un deteriorado local comercial en la Avenida Roosevelt y
la calle 87, un costo que apenas cubre con la venta de vestidos para
quinceañeras.
"Aún con la fama de ser un vecindario de crimen, prostitución y pandillas, las rentas son altísimas. Pagar unos miles más sería catastrófico", dijo Sosa, quien tiene su negocio en el lugar por más de 20 años. "El acuerdo es positivo, pero habría que esperar a que se ponga en marcha para ver si los resultados son convenientes".La hondureña Icsy Moreno (54), propietaria de una tienda de cosméticos, comentó que la iniciativa revitalizará el vecindario y ofrecerá mayor seguridad a sus clientes."Los pandilleros están en las calles con cadenas peleando enfrente de los negocios. Lo que necesitamos es más iluminación y oficiales patrullando".
"Aún con la fama de ser un vecindario de crimen, prostitución y pandillas, las rentas son altísimas. Pagar unos miles más sería catastrófico", dijo Sosa, quien tiene su negocio en el lugar por más de 20 años. "El acuerdo es positivo, pero habría que esperar a que se ponga en marcha para ver si los resultados son convenientes".La hondureña Icsy Moreno (54), propietaria de una tienda de cosméticos, comentó que la iniciativa revitalizará el vecindario y ofrecerá mayor seguridad a sus clientes."Los pandilleros están en las calles con cadenas peleando enfrente de los negocios. Lo que necesitamos es más iluminación y oficiales patrullando".
Fondos
El presupuesto estimado para la expansión es de $866,000, dijo Leslie Ramos. La mayor parte de los fondos serán destinados para la limpieza de calles. En primavera y verano se realizarán actividades culturales en las Plazas Manuel de Dios Unanue y Corona, para atraer visitantes y compradores.Ramos dijo que parte de los programas de BID es ayudar a los comerciantes con el mercadeo de sus productos y servicios."El mayor problema es que no están usando la tecnología y las redes sociales para hacer crecer sus negocios", apuntó........
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