La esposa del médico cubano con ébola que fue
repatriado desde Sierra Leona a Suiza afirmó que han mantenido
comunicación constante desde que contrajo el virus y él está confiado,
"positivo" y "muy bien atendido".
En declaraciones al diario oficial Juventud Rebelde, la esposa del doctor Félix Báez Sarría, especialista en medicina interna integrante de la brigada de médicos cubanos que viajó a Sierra Leona para combatir el ébola, dijo que ayer recibió dos llamadas de su marido desde Ginebra.
"'No te preocupes, me siento bien. Todo va a salir bien'", fueron las palabras de Báez a su esposa, Vania Ferrer, según los comentarios de esta al periódico.
Ferrer "supo captar en el tono de confianza de su esposo la certeza de lo que dijo, y la seguridad de que está 'muy bien atendido'", añadió el diario.
"Félix es pausado, tranquilo, y muy buen padre, hijo, esposo y doctor. Es muy humano", dijo Ferrer y añadió que en sus conversaciones lo ha sentido con "buen estado de ánimo y mucho espíritu positivo, pues están seguros de que todo saldrá bien".
Juventud Rebelde resaltó hoy que en el hogar de Báez en La Habana hay "una familia de doctores", pues su mujer es también médico y uno de sus hijos estudia Medicina.
Además, el rotativo reveló que Vania Ferrer también se ofreció como voluntaria para tratar el ébola en África Occidental como parte de la brigada cubana, que hasta ahora sólo ha incluido a cooperantes hombres.
Félix Báez Sarría, de 43 años, se encuentra ingresado en el Hospital Cantonal de Ginebra donde ayer empezó a recibir como tratamiento principal el fármaco Zmapp, de tipo experimental y que ha dado resultados alentadores en casos de otros pacientes extranjeros que se contagiaron con el virus en África.
Según reportes de esa institución, Báez está estable y no sufre de dolores fuertes, sino de síntomas como los asociados a una severa gripe, como fiebre, escalofríos y molestias gastrointestinales y respiratorias.
Se desconoce qué situación concreta provocó el contagio del médico en Sierra Leona, donde formaba parte de la primera brigada -de 165 profesionales sanitarios- enviada desde Cuba a principios de octubre a África Occidental para luchar contra la epidemia del ébola.
Otras dos brigadas siguieron semanas después con un total de 83 sanitarios cubanos desplegados a Liberia y Guinea Conakry.
En declaraciones al diario oficial Juventud Rebelde, la esposa del doctor Félix Báez Sarría, especialista en medicina interna integrante de la brigada de médicos cubanos que viajó a Sierra Leona para combatir el ébola, dijo que ayer recibió dos llamadas de su marido desde Ginebra.
"'No te preocupes, me siento bien. Todo va a salir bien'", fueron las palabras de Báez a su esposa, Vania Ferrer, según los comentarios de esta al periódico.
Ferrer "supo captar en el tono de confianza de su esposo la certeza de lo que dijo, y la seguridad de que está 'muy bien atendido'", añadió el diario.
"Félix es pausado, tranquilo, y muy buen padre, hijo, esposo y doctor. Es muy humano", dijo Ferrer y añadió que en sus conversaciones lo ha sentido con "buen estado de ánimo y mucho espíritu positivo, pues están seguros de que todo saldrá bien".
Juventud Rebelde resaltó hoy que en el hogar de Báez en La Habana hay "una familia de doctores", pues su mujer es también médico y uno de sus hijos estudia Medicina.
Además, el rotativo reveló que Vania Ferrer también se ofreció como voluntaria para tratar el ébola en África Occidental como parte de la brigada cubana, que hasta ahora sólo ha incluido a cooperantes hombres.
Félix Báez Sarría, de 43 años, se encuentra ingresado en el Hospital Cantonal de Ginebra donde ayer empezó a recibir como tratamiento principal el fármaco Zmapp, de tipo experimental y que ha dado resultados alentadores en casos de otros pacientes extranjeros que se contagiaron con el virus en África.
Según reportes de esa institución, Báez está estable y no sufre de dolores fuertes, sino de síntomas como los asociados a una severa gripe, como fiebre, escalofríos y molestias gastrointestinales y respiratorias.
Se desconoce qué situación concreta provocó el contagio del médico en Sierra Leona, donde formaba parte de la primera brigada -de 165 profesionales sanitarios- enviada desde Cuba a principios de octubre a África Occidental para luchar contra la epidemia del ébola.
Otras dos brigadas siguieron semanas después con un total de 83 sanitarios cubanos desplegados a Liberia y Guinea Conakry.
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