Estudiaba para ser electricista, tenía 29 años y su carácter era
bastante introvertido. Así fue como varios vecinos describieron al joven
que este jueves disparó tres veces a un agente del Departamento de Policía de Nueva York (NYPD) y después se suicidó en su casa de Cypress Hills, Brooklyn.
El oficial atacado, Hart Nguyen, de 30 años, fue trasladado de inmediato al Hospital Jamaica,
aunque no se teme por su vida porque el chaleco antibalas que llevaba
frenó el impacto de las balas. Los equipos médicos aseguraron que el
agente, padre de dos hijos y miembro del NYPD desde 2015, se mantuvo
consciente en todo momento.
Según medios locales, los hechos tuvieron lugar alrededor de las 4:35 p. m. en un apartamento de la avenida Ridgewood cerca de la calle Essex después de que la madre del atacante, identificado como Andy Sookdeo, alertara a las autoridades del “estado emocionalmente perturbado” de su hijo.
Varios oficiales del NYPD respondieron al aviso junto a los servicios
de emergencia y entraron en la habitación del sospechoso, quien, según
su madre, “estaba desarmado y no era violento“. Dicha
información, sin embargo, no era correcta, ya que Sookdeo disparó a uno
de los oficiales nada más verlo entrar. Las dos primeras balas fueron
frenadas por el chaleco de protección que llevaba Nguyen, mientras que el tercer y último proyectil impactó en el brazo del policía.
Pese al caos de la situación, el resto de los agentes no dispararon
en ninguna ocasión y se limitaron a sacar a la madre del agresor fuera
del apartamento mientras otros oficiales evacuaban la zona cercana al
edificio y pedían refuerzos.
Los intentos de la Policía de negociar con Sookdeo no dieron
resultado, y, al cabo de unas horas, los equipos de emergencia
descubrieron su cuerpo sin vida en el piso de su
habitación con un disparo en la cabeza. Junto a él, los agentes también
encontraron un revólver, una pistola semiautomática y suficiente
munición como para resistir durante varios días.
Los amigos y familiares de Sookdeo siguen sin comprender los motivos
que llevaron al joven a cometer un crimen de tal magnitud. “No creo que
tuviera ningún problema porque él era un buen chico y
nunca le faltó nada. ¡Incluso se había comprado un BMW hace poco! Todo
esto no tiene sentido”, afirmó su primo, David Bridgemohan, de 36 años,
al New York Daily News.
El operativo policial que se organizó en minutos también sorprendió
mucho a los vecinos del lugar, quienes decidieron alejarse de la zona
acordonada porque no sabían lo que estaba ocurriendo y temían sufrir
algún daño...............Fuente:eldiariony.com
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