El escritor Mario Vargas Llosa acusó hoy a Donald
Trump de defender conceptos "racistas" y utilizar una "línea payasa", y
sostiene que sería un "suicidio" si el Partido Republicano lo elige como
candidato a la Presidencia de EE.UU.
Las declaraciones de Trump en junio pasado en las que criticó a los inmigrantes mexicanos son "clarísimamente racistas" y fueron hechas por un "personaje que ha optado por una línea histriónica", afirmó el nobel de literatura y excandidato presidencial peruano.
Vargas Llosa participó hoy con los expresidentes Sebastián Piñera, de Chile, y Felipe Calderón, de México, en un foro llevado a cabo en la sede del Instituto Cervantes de Nueva York dedicado a analizar las relaciones entre Estados Unidos y Latinoamérica.
En junio pasado, cuando Trump lanzó su campaña electoral, señaló que México "no manda lo mejor" a Estados Unidos porque sus migrantes "están trayendo drogas, el crimen, a los violadores", unas declaraciones que generaron una intensa oleada de críticas.
Vargas Llosa calificó esa posición de Trump como "un episodio menor, preocupante sin duda", pero que no tendrá consecuencias para las elecciones primarias de Estados Unidos con vistas a los comicios presidenciales del año próximo.
El nobel de literatura fue candidato presidencial para las elecciones peruanas de 1990, y durante su trayectoria ha cruzado en numerosas ocasiones la línea entre la literatura y la política, desde posiciones conservadoras.
El autor dijo que la sociedad estadounidense ha criticado duramente a Trump por buscar "un ultraje de esa manera tan ridícula y ofensiva" a la comunidad mexicana asentada en Estados Unidos, aunque cree que no tendrá "la mayor consecuencia".
"No creo que Donald Trump sea el candidato, creo que sería un suicidio para el Partido Republicano tener a Donald Trump como candidato, y en caso de que lo fuera no tendría ninguna posibilidad de ganar las elecciones", agregó Vargas Llosa.
Al referirse al mismo tema, Calderón expresó su temor de que la línea defendida por Trump para criticar la inmigración ilegal sea el reflejo de un amplio sector de la sociedad estadounidense, que apoya unos principios que el magnate "ha manipulado".
Según Calderón, Trump defiende "la supremacía 'WASP'", acrónimo inglés de "blanco, anglosajón y protestante", un fenómeno que, de acuerdo con el expresidente mexicano, "se ha exacerbado hasta el grado de producir personajes como este".
"Gane o no, está envenenando el ambiente, la opinión pública y la relación" entre Estados Unidos y sus vecinos del sur, insistió Calderón.
En el debate, que analizó tanto la política migratoria como el acercamiento de Washington con La Habana, Sebastián Piñera recordó que el voto hispano ha sido decisivo en las elecciones que llevaron a la Casa Blanca a George W. Bush y a Barack Obama.
Ahora, en cambio, dijo Piñera, existe mucha incertidumbre acerca del voto hispano, entre otras razones por el cruce de intereses y valores de la comunidad hispana frente a los dos partidos, al margen del fenómeno Trump, quien también cree nunca será elegido candidato.
"Es posible que Trump diga lo que piensa; el problema es que no piensa lo que dice, y las consecuencias pueden ser muy severas", afirmó el expresidente chileno.
Los participantes en el foro destacaron el papel que ha tenido la inmigración en la construcción de Estados Unidos y la defensa de la tolerancia y la democracia en esta nación, unos principios que contradicen las posiciones de Donald Trump.
Calderón se mostró a favor de que, al margen del debate pasajero por las declaraciones de Trump, se busquen "nuevas salidas mucho más pragmáticas" el tema de la inmigración en EE.UU., para evitar que en el futuro se extiendan las opiniones defendidas por el magnate.
Las declaraciones de Trump en junio pasado en las que criticó a los inmigrantes mexicanos son "clarísimamente racistas" y fueron hechas por un "personaje que ha optado por una línea histriónica", afirmó el nobel de literatura y excandidato presidencial peruano.
Vargas Llosa participó hoy con los expresidentes Sebastián Piñera, de Chile, y Felipe Calderón, de México, en un foro llevado a cabo en la sede del Instituto Cervantes de Nueva York dedicado a analizar las relaciones entre Estados Unidos y Latinoamérica.
En junio pasado, cuando Trump lanzó su campaña electoral, señaló que México "no manda lo mejor" a Estados Unidos porque sus migrantes "están trayendo drogas, el crimen, a los violadores", unas declaraciones que generaron una intensa oleada de críticas.
Vargas Llosa calificó esa posición de Trump como "un episodio menor, preocupante sin duda", pero que no tendrá consecuencias para las elecciones primarias de Estados Unidos con vistas a los comicios presidenciales del año próximo.
El nobel de literatura fue candidato presidencial para las elecciones peruanas de 1990, y durante su trayectoria ha cruzado en numerosas ocasiones la línea entre la literatura y la política, desde posiciones conservadoras.
El autor dijo que la sociedad estadounidense ha criticado duramente a Trump por buscar "un ultraje de esa manera tan ridícula y ofensiva" a la comunidad mexicana asentada en Estados Unidos, aunque cree que no tendrá "la mayor consecuencia".
"No creo que Donald Trump sea el candidato, creo que sería un suicidio para el Partido Republicano tener a Donald Trump como candidato, y en caso de que lo fuera no tendría ninguna posibilidad de ganar las elecciones", agregó Vargas Llosa.
Al referirse al mismo tema, Calderón expresó su temor de que la línea defendida por Trump para criticar la inmigración ilegal sea el reflejo de un amplio sector de la sociedad estadounidense, que apoya unos principios que el magnate "ha manipulado".
Según Calderón, Trump defiende "la supremacía 'WASP'", acrónimo inglés de "blanco, anglosajón y protestante", un fenómeno que, de acuerdo con el expresidente mexicano, "se ha exacerbado hasta el grado de producir personajes como este".
"Gane o no, está envenenando el ambiente, la opinión pública y la relación" entre Estados Unidos y sus vecinos del sur, insistió Calderón.
En el debate, que analizó tanto la política migratoria como el acercamiento de Washington con La Habana, Sebastián Piñera recordó que el voto hispano ha sido decisivo en las elecciones que llevaron a la Casa Blanca a George W. Bush y a Barack Obama.
Ahora, en cambio, dijo Piñera, existe mucha incertidumbre acerca del voto hispano, entre otras razones por el cruce de intereses y valores de la comunidad hispana frente a los dos partidos, al margen del fenómeno Trump, quien también cree nunca será elegido candidato.
"Es posible que Trump diga lo que piensa; el problema es que no piensa lo que dice, y las consecuencias pueden ser muy severas", afirmó el expresidente chileno.
Los participantes en el foro destacaron el papel que ha tenido la inmigración en la construcción de Estados Unidos y la defensa de la tolerancia y la democracia en esta nación, unos principios que contradicen las posiciones de Donald Trump.
Calderón se mostró a favor de que, al margen del debate pasajero por las declaraciones de Trump, se busquen "nuevas salidas mucho más pragmáticas" el tema de la inmigración en EE.UU., para evitar que en el futuro se extiendan las opiniones defendidas por el magnate.
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