El primer paciente de ébola diagnosticado en Estados Unidos, Thomas Eric
Duncan, falleció ayer, según informó el hospital de Dallas (Texas) en
el que estaba aislado.
Duncan, natural de Liberia, se contagió con el virus en ese país y su enfermedad se le manifestó estando ya en Estados Unidos, por lo que fue hospitalizado, y su estado había empeorado en los últimos días.
Según un reporte médico del Hospital Presbiteriano de Dallas, el enfermo falleció a las 07.51 hora local (12.51 GMT), al "sucumbir a una enfermedad maliciosa, el ébola".
Duncan aterrizó en Estados Unidos procedente de Liberia el pasado 20 de septiembre para casarse con la madre de su hijo y empezar una nueva vida en este país.
El 25 de septiembre acudió al Hospital Presbiteriano de Dallas con fiebre y dolores abdominales, pero los médicos le dejaron volver a casa tras recetarle antibióticos, sin tener en cuenta que venía de África Occidental, donde una epidemia de ébola se ha cobrado ya más de 3.400 vidas, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El enfermo volvió al hospital tres días después, cuando fue aislado y posteriormente diagnosticado con ébola, pero esas horas fueron trascendentales para una potencial propagación del virus entre las personas con las que estuvo en contacto y que ahora están bajo observación.
El fin de semana, tras empeorar el estado de salud del paciente, el hospital le empezó a suministrar un tratamiento experimental.
Duncan, natural de Liberia, se contagió con el virus en ese país y su enfermedad se le manifestó estando ya en Estados Unidos, por lo que fue hospitalizado, y su estado había empeorado en los últimos días.
Según un reporte médico del Hospital Presbiteriano de Dallas, el enfermo falleció a las 07.51 hora local (12.51 GMT), al "sucumbir a una enfermedad maliciosa, el ébola".
Duncan aterrizó en Estados Unidos procedente de Liberia el pasado 20 de septiembre para casarse con la madre de su hijo y empezar una nueva vida en este país.
El 25 de septiembre acudió al Hospital Presbiteriano de Dallas con fiebre y dolores abdominales, pero los médicos le dejaron volver a casa tras recetarle antibióticos, sin tener en cuenta que venía de África Occidental, donde una epidemia de ébola se ha cobrado ya más de 3.400 vidas, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El enfermo volvió al hospital tres días después, cuando fue aislado y posteriormente diagnosticado con ébola, pero esas horas fueron trascendentales para una potencial propagación del virus entre las personas con las que estuvo en contacto y que ahora están bajo observación.
El fin de semana, tras empeorar el estado de salud del paciente, el hospital le empezó a suministrar un tratamiento experimental.
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