En el país que tiene la mayor cabaña bovina
comercial del mundo, con 212,8 millones de reses, "Brasilia de Cerrados"
tiene la particularidad de ser el primer fruto de una experiencia
destinada a clonar vacas a partir de las células del tejido adiposo
(grasas) de otro animal.
"Tenemos conocimiento de que otro bovino producido
a partir de células madre inducidas del tejido adiposo -y no
directamente de células adiposas- llegó a nacer (vivo) pero murió
enseguida", explicó a Efe el especialista Carlos Frederico Martins,
investigador de la Embrapa y coordinador del proyecto.
Según Martins, en el caso de la ternera brasileña,
"se trata del primer animal saludable clonado directamente a partir de
células del tejido adiposo, es decir del primer nacimiento con este tipo
de clonación celular" del que se tenga noticia en la literatura
científica mundial.
La ternera nació con 35 kilos de peso y en perfectas condiciones de salud, y mama sin problemas de su madre de alquiler.
El animal fue producido por la técnica de
clonación de transferencia nuclear, que consiste en introducir el
material genético de una célula (la adiposa) en un ovocito (óvulo
inmaduro) de la misma especie al que se le ha retirado el material
genético.
Este ovocito es activado para que comience a
multiplicarse y convertido en un embrión que luego es implantado en el
útero de vacas receptoras que le servirán como madre de alquiler.
En las clonaciones suelen usarse células
embrionarias o células madre inducidas del tejido epidérmico, por lo que
el uso de células adiposas abre grandes posibilidades, según la
Embrapa.
"Brasilia de Cerrados" es fruto de las tecnologías
de punta de la Embrapa, empresa estatal considerada referencia mundial
en investigación en agropecuaria tropical, que ha ayudado a Brasil a
convertirse en uno de los mayores productores de alimentos del mundo.
El dominio de la tecnología para clonar animales a
partir de células adiposas puede facilitar y abaratar la multiplicación
de bovinos de alta calidad o que tienen características especiales,
incluso aunque ya estén muertos.
"Ahora contamos con una nueva opción de células
que pueden ser usadas para la clonación. Si confirmamos las tasas (de
éxito) obtenidas en los experimentos, tendremos un aumento de la
eficacia de la técnica y, consecuentemente, podremos lograr un mayor
número de bovinos clonados a costos menores", asegura Martins.
La ternera es hasta ahora el principal resultado
de un proyecto iniciado hace cuatro años por científicos de la Embrapa,
dirigidos por Martins, para experimentar la clonación de bovinos a
partir de diferentes células no embrionarias.
Los investigadores experimentan la clonación con
células de cordón umbilical, amnióticas (del líquido amniótico) y de
tejido adiposo, por tratarse de un material similar al de la médula
ósea, es decir que tiene gran capacidad de multiplicarse y de
convertirse en fuentes de células madre.
Según Martins, el éxito con las células adiposas
permite pensar en la posibilidad de clonar animales que fueron
modificados genéticamente para inducirlos a producir proteínas de
interés humano, como insulina, o factores de coagulación humana.
"Comenzaremos a experimentar la técnica con
animales a los que les fue introducido un gen para que produzcan
marcadores fluorescentes para poder seguir con genes de interés, como el
factor nueve de coagulación humana", afirmó el investigador.
La Embrapa tiene una historia de éxito en la
clonación de animales tras haber conseguido en 2001 el primer bovino
clonado en América Latina.
La empresa ha producido hasta ahora tres clones
que han dado crías, entre ellos un animal junqueira, raza amenazada de
extinción y de la que sólo quedan 100 ejemplares en el país.
Autor: Carlos A. Moreno
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