El año pasado la organización Riders Alliance, que vela por los derechos de los pasajeros, promovió una campaña para pedirle al alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, que ayudara a 800,000 personas de bajos recursos a acceder al transporte público, subsidiando el 50% del costo de las Metrocard.
Y aunque el mandatario había dicho que la propuesta le parecía
“interesante” y que se tomaría el tiempo para analizarla, esta vez la
Ciudad manifestó que no se meterá la mano al bolsillo para asignar los $200 millones y darle un respiro a los más pobres, pues considera que ese es un asunto del Estado.
“La propuesta es noble, pero crearía una carga económica sustancial
para la Ciudad de Nueva York. Como los neoyorquinos saben, la MTA (Autoridad Metropolitana de Transporte) es responsabilidad del Estado. Ellos deben cubrir el costo”, aseguró Freddi Goldstein, portavoz del alcalde de Blasio.
El funcionario resaltó que la administración de Blasio entrega cada año casi $1,000 millones en subsidios directos y $4,300 en subsidios indirectos para apoyar las operaciones de la MTA.
El concejal Ydanis Rodríguez, quien preside el Comité de Transporte del Concejo,
ve con preocupación la negativa de la Ciudad, pero advirtió que desde
la Legislatura municipal, donde actualmente se está discutiendo el
presupuesto preliminar para el próximo año fiscal, seguirán luchando
para que esos subsidios vean la luz.
“Nueva York debe seguir el ejemplo de otros
alrededor del país que apoyan a los residentes de bajos ingresos con
subsidios de transporte”, comentó el líder político, al tiempo que
destacó que sin esa ayuda, miles de neoyorquinos pobres no pueden tener
opciones para mejorar sus vidas.
“Se trata de dar un impulso a las familias trabajadoras, estudiantes
universitarios y más, luchando para llegar a fin de mes. En última
instancia, esto será bueno para la ciudad, ya que los residentes
gastarán más en sus pequeñas empresas locales”, agregó Rodríguez, recalcando que más de 30 concejales apoyan la propuesta, que pudiera ser vital para muchos indocumentados.
“Sabemos que saltar el torniquete es algo con lo que la NYPD le pone
cargos a la gente y posiblemente puede llevarlos a la deportación.
Tenemos que hacer todo lo que podamos para proteger a nuestros valiosos
inmigrantes”, agregó el concejal.
A pesar de la negativa de la administración de Blasio a la propuesta de los subsidios, Rebecca Bailin, directora de la campaña de Riders Alliance, se mostró confiada en que el mandatario y el Concejo otorgarán la ayuda a los más pobres de la Gran Manzana.
“Sin acceso a la MetroCard, los neoyorquinos de
bajos ingresos no pueden salir de la pobreza y aunque es también
responsabilidad del gobernador proveer los recursos necesarios para que
la MTA haga su trabajo y preste bien el servicio y haya buses y trenes a tiempo, de Blasio
prometió que iba a trabajar por los neoyorquinos de bajos ingresos y
esta es la oportunidad para que lo haga”, comentó la activista,
destacando que el costo implicaría apenas el 2% del presupuesto de la Ciudad.
“Si el alcalde habla de una ciudad asequible, tiene que entender que
eso no se logra si primeramente muchas personas no pueden ni siquiera
acceder al transporte público”, concluyó Bailin.
Por su parte, la oficina del gobernador Andrew Cuomo prefirió no referirse al asunto y le pasó la bola a la MTA, donde una de sus voceras parafraseó al presidente de esa agencia, Tom Prendergast, quien considera que el tema de las reducciones en los costos son tarea de los municipios y no de esa oficina.....Fuente:eldiariony.com/Por:Edwin Martinez
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