La reclusa Emilia Benítez Figuereo, de 21 años,
presuntamente se ahorcó en una celda de castigo en la cárcel
Najayo-Mujeres, por alegados maltratos que recibía de las autoridades
del recinto carcelario.
Benítez Figuereo, guardaba prisión desde hace seis meses por haber sostenido una riña con una mujer a la que le cortó la cara.
Según sus familiares, Benítez Figuereo no pudo ver su sueño cumplido, de abrazar a su hijo el día de su cumpleaños, porque justamente ese mismo día había sido puesta en una celta de castigo en el recinto penitenciario.
Benítez Figuereo, quien presuntamente se ahorcó con una sábana, dejó en la orfandad a dos hijos, uno de 2 años y otro que justamente el pasado viernes cumplió 6.
Sus familiares explicaron que luego de pasado el castigo, su pariente fue retornada a su celda, y que luego de bañarse y desayunar en aparente buen ánimo decidió quitarse la vida, según les informaron en el recinto.
Se mostraron extraño que el próximo 20 de noviembre su pariente saldría de prisión bajo fianza, por lo que no se explican por qué la joven adoptó esa decisión.
Benítez Figuereo, guardaba prisión desde hace seis meses por haber sostenido una riña con una mujer a la que le cortó la cara.
Según sus familiares, Benítez Figuereo no pudo ver su sueño cumplido, de abrazar a su hijo el día de su cumpleaños, porque justamente ese mismo día había sido puesta en una celta de castigo en el recinto penitenciario.
Benítez Figuereo, quien presuntamente se ahorcó con una sábana, dejó en la orfandad a dos hijos, uno de 2 años y otro que justamente el pasado viernes cumplió 6.
Sus familiares explicaron que luego de pasado el castigo, su pariente fue retornada a su celda, y que luego de bañarse y desayunar en aparente buen ánimo decidió quitarse la vida, según les informaron en el recinto.
Se mostraron extraño que el próximo 20 de noviembre su pariente saldría de prisión bajo fianza, por lo que no se explican por qué la joven adoptó esa decisión.
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