NUEVA YORK.- La lluvia y el silencio reinaron en la catedral Greater
Allen A.M.E. en Jamaica, Queens, donde se realizó el funeral del oficial
Randolph Holder quien murió baleado el 20 de octubre cuando respondió a
un tiroteo en East River Houses.
El comisionado del NYPD, Bill Bratton, anunció con la voz quebrada la
promoción póstuma del patrullero al grado de detective con la placa
6957, lo que provocó una ovación en el recinto.
Bratton, que habló en el cuarto funeral de uno de sus hombres en 10
meses, dijo que Holder “vivió como un guardián, ayudando a la gente, y
murió como un guerrero”, tras agregar que siguió los pasos de su padre y
de su abuelo que fueron oficiales en su nativa Guyana.
El comisionado recordó que los compañeros los llamaban “Doc” (el
doctor) por su sabiduría y habilidad para recordar las caras de la gente
del vecindario que patrullaba y donde a veces hacía trabajo encubierto.
A la ceremonia asistieron oficiales desde lugares como Louisiana,
Florida, California, Puerto Rico, Canadá, entre otros. Miles de
oficiales del NYPD llenaron más de 10 calles y permanecieron firmes en
la ceremonia previa con música de duelo y luego a la salida de los
familiares con el ataúd. La lluvia no amainó durante la tarde.
Por razones de seguridad, varias manzanas fueron cerradas alrededor
de la avenida Merrick. Había francotiradores en los techos y oficiales
con perros y armamento pesado.
Un detective describió al periódico El Diario la situación como
“triste y muy trágica”. No opinó de la marcha nacional antipolicial del
pasado sábado en la que apenas se hizo referencia al crimen y en la cual
resaltaron los insultos y gritos contra la Fuerza. “La vida es así, nos
queda solo seguir haciendo nuestro trabajo”.
El hondureño Marlon Maraz (50), mecánico del taller cercano NYC
Wreck-A-Mended, consideró la muerte como “penosa y lamentable porque la
Policía es la que nos protege. Hay que respetarlos, cada día salen a
defendernos y exponen su vida, ellos defienden al pueblo”.
“El asesino arruinó su vida y la de la otra familia”, agregó.
Maraz opinó que se necesita más apoyo del pueblo a la Uniformada.
“Ellos exponen su vida. Pocos han cometido errores, pero no todos”.
Entre otros líderes de la ciudad, asistieron el cardenal Timothy
Dolan, el ex comisionado Ray Kelly y los familiares del ofical Wenjian
Liu, baleado en diciembre pasado.
“Sabemos que hemos perdido un hombre valioso, un hombre que nos hizo mejor con su presencia”, expresó el alcalde Bill de Blasio.
“Tenemos cambios por hacer de modo que no perdamos hombres y mujeres
como el oficial Holder”, leyó el líder entre aplausos. “En nuestra
nación deben mantenerse las armas lejos de las manos de los criminales. Y
tenemos que asegurarnos que aquellos cuyo único objetivo sea herir a
otros, simplemente no puedan caminar por nuestras calles”.
Holder vino a los 12 años a NYC desde Guyana para unirse a su padre.
Trabajó como oficial de seguridad antes de enlistarse a la Fuerza.
Uno de los supervisores de Holder, un inspector retirado del NYPD que
lo guió en el complicado proceso para convertirse en oagente, destacó
su profesionalismo.
El fallecido se unió al departamento en 2010 y llevaba la placa 13340.
Fuente: EL DIARIO/Almomento.net
miércoles, 28 de octubre de 2015
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario