Washington, (EFE).- Toya Graham tiene seis
hijos sola, está desempleada y desde el lunes se ha convertido en la
"madre de Baltimore" y, para algunos, la "madre del año", después de que
una cámara grabara cómo sacó a su hijo a golpes de las protestas por la
muerte del joven negro Freddie Gray.
Michael Singleton, de 16 años, tenía un ladrillo
en la mano y la cara cubierta cuando vio aparecer a su madre enfurecida,
que le propinó varios golpes al grito de: "¡Sal de aquí ahora mismo!".
La televisión local WMAR grabó esas imágenes y el
vídeo ha dado la vuelta al mundo a través de las redes sociales, donde
se publica con las etiquetas "#Baltimoremum" ("La madre de Baltimore") y
"#momoftheyear" ("La madre del año").
"Es mi único hijo (las restantes cinco son hijas) y
no quiero que sea un Freddie Gray. Estaba enfadada, nunca quieres ver a
tu hijo haciendo eso", contó Graham a la cadena CBS.
Los jóvenes negros como Singleton y Gray corren 21
veces más riesgo de recibir disparos de la Policía que los blancos,
según un informe de la organización ProPublica elaborado a partir de
datos policiales.
"¿Tuvo miedo de avergonzar a su hijo?", le
preguntaron en la cadena CNN, a lo que respondió, tajante: "Él era el
que se estaba avergonzando a sí mismo con lo que estaba haciendo".
Graham le habría dejado ir a protestar
pacíficamente, pero sumarse al lanzamiento de ladrillos y botellas
contra la Policía era "inaceptable".
La madre coraje se acercó a los alrededores del
centro comercial Mondawmin, donde sabía que se estaban produciendo
enfrentamientos entre Policía y jóvenes, e identificó a su hijo aunque
llevaba puesta una capucha y tenía el rostro parcialmente cubierto.
Con su contundente intervención, Graham consiguió
que Michael estuviera seguro en casa mientras la ciudad vivía una de sus
peores noches en años: saqueos, incendios, carreras y mucho caos.
"Me arrepiento de haber ido allí y ponerme en esa situación cuando tenía que estar en casa", dijo el joven Singleton a CNN.
"Un par de amigos míos habían sido golpeados por
la Policía. Pero cuando me di cuenta de que estaba mi madre, sabía que
eso iba a ser la tercera guerra mundial", añadió.
Graham, que no sabía que la estaban grabando,
golpeó repetidamente a su hijo y le gritó sin reparos palabras
malsonantes en medio de la calle.
"En ese momento había perdido los nervios. Estaba tan enfadada con él por haberse enfrentado a los policías", dijo a CBS.
"Y le dije: si eres valiente para hacer esto, hazlo sin máscara, enseña tu cara", agregó.
Las protestas en Baltimore se desencadenaron tras
el funeral por el joven de 25 años Freddie Gray, que murió por una
lesión en la médula espinal cuando estaba bajo custodia policial, en
circunstancias aún bajo investigación.
La Policía entregó hoy el informe del caso a la
Fiscalía estatal de Maryland, que decidirá si presenta cargos contra
alguno de los agentes involucrados, cuya imputación dependería después
de un gran jurado.
Gray se ha convertido en un nuevo símbolo, como lo
fue el joven negro Michael Brown el año pasado en Misuri, de la
brutalidad policial y la desconfianza entre policías y minorías en
Estados Unidos.
El jefe de Policía de Baltimore, Anthony Batts,
agradeció a Toya Graham su actuación y el mensaje que ha transmitido a
todo el país.
"Ojalá hubiera más padres que se ocuparan de sus hijos de esa manera estas noches (de disturbios)", dijo. EFE
Autor: Cristina García Casado
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