NUEVA YORK – En una concurrida audiencia pública, realizada este
jueves en la Comisión de Taxis y Limusinas, TLC, se discutieron las
nuevas regulaciones que se quieren implementar para servicios de taxis
como Uber, que requerirían que los operadores que utilizan aplicaciones
para teléfonos inteligentes sean aprobadas previamente por la mencionada
agencia.
El punto más álgido dentro del paquete de reformas que quiere
implementar la TLC, se encuentra el de regular las aplicaciones que se
usan en los teléfonos inteligentes, controlando así más de cerca la
manera cómo los usuarios contraten los servicios de Uber o Lift.
Y mientras la TLC argumenta que quiere proteger a los pasajeros,
miembros de los servicios Uber y Lift indicaron que las medidas van en
perjuicio de su trabajo.
Durante la audiencia, más de 60 representantes de varios sectores de
la industria de taxis testificaron, que se prolongó durante una buena
parte del día, en la que hubo testimonios tanto de respaldo como de
detractores de la medida.
Representantes de la compañía Uber, argumentaron que la regulación
que se quiere imponer al solicitar la aprobación de la TLC, para las
actualizaciones importantes de su software, viola la Ley Federal de
Telecomunicaciones.
“Para las industrias como las aplicaciones móviles emergentes, la Ley
de Telecomunicaciones establece una clara política de desregulación
para alentar a las empresas a ofrecer nuevos productos con el fin de
promover la competencia”, declaró Michael Allegretti, miembro de Uber.
El concejal Ydanis Rodríguez, que presidente el Comité de Transporte y
uno de los que testificó en la audiencia -luego de recordar que como
conductor de un taxi por espacio de dos años recién llegó al país- dijo
que “aunque la industria es de rápido cambio, debemos asegurarnos de que
el mercado sea igual para que cada empresa pueda aumentar su tecnología
para competir”.
Igualmente, Diana Dellamere, directiva de Lyft declaró que “si el TLC
sigue preocupada por el impacto de los nuevos métodos de comunicación
de despacho de las normas existentes, tenemos una solución: añadir una
disposición a las reglas para la licencia a las bases existentes que
hacen, explícitamente, cada base responsable de asegurar que cualquier
medio de comunicación sea seguro y confiable”.
Entre los asistentes a la vista se encontraba Víctor Salazar,
conductor de un taxi amarillo desde hace más de 20 años, que calificó la
propuesta de las nuevas regulaciones como “un paso positivo”.
“La industria de taxis en Nueva York tiene mucho dinero y no es justo
que una compañía como Uber o Lifty, pretendan estar fuera de las
regulaciones que rigen al resto. Sería una competencia desleal”,
expresó.
Entre tanto, Avik Kabessa, que preside la Mesa Redonda de Servicio
Livery, aunque dijo que aplaude al TLC por finalmente llevar las
aplicaciones sin licencia a ser reguladas, objetó el que esto imponga
una carga financiera adicional a las bases de taxis.
“La propuesta obligaría a nuestros miembros a contratar
representación legal para garantizar el cumplimiento de la norma y pagar
$1,000 a la ciudad por la capacidad de utilizar aplicaciones para los
clientes para reservar las carreras”, alegó.
Así mismo, Juan Quelal, miembro de la Asociación de Taxis Verdes de
Nueva York, dijo que “no estamos de acuerdo con las propuestas de TLC
porque sabemos que esta agencia nunca ha estado a favor de los
conductores de taxis, históricamente siempre ha aprobado leyes que van
en contra de nosotros”.
La Junta Metropolitana de Taxis Comerciales emitió un comunicado en
el que aplaudió la medida de la TLC y criticó duramente a la compañía
Uber, de la que dijo que está tratando a toda costa de “no rendir
cuentas”. “Las regulaciones son para proteger a los pasajeros, proteger
sus derechos como consumidores y mantener a la industria como partícipes
responsables de sus acciones”.
Previo al inicio de la audiencia en las oficinas del TLC, en el Bajo
Manhattan, cuarenta conductores de Uber -vistiendo camisetas negras-
protestaron contra las medidas.
Natanael Matos, conductor de Uber desde enero del año pasado, fue uno
de los que participó en la protesta. “Son cambios que nos afectan
directamente a nosotros, como por ejemplo, que nos quieren obligar a que
sin importar el tránsito que haya, si hemos sido llamados para recoger a
un cliente, tenemos que ir sin importar si estamos tarde o no”.
Matos, que trabaja en Manhattan, indicó que “nuestro sistema se basa
en las calificaciones que nos dan los clientes y si éstos son malos
porque uno sencillamente no puede cumplir, esto nos afecta a todos”.
La decisión de aplicar la nueva normativa será anunciada por la TLC en próximas semanas.
Fuente: EL DIARIO/Almomento.net
viernes, 29 de mayo de 2015
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