LISBOA, Portugal.- La simple fotografía que un adolescente
portugués tomó de una gaviota distinta ha desembocado en la llegada de
numerosos biólogos a la playa de Sao Joao da Caparica, en Almada, cerca
de Lisboa.
Es una especie dominicana, acostumbrada al clima tropical.
Los observadores se afanan ahora en explicar por qué se encuentra en
Europa.
El ave presenta un mayor porte que sus semejantes por estos
lares, tiene las alas de color más oscuro y las patas en tonos
verdosos.
El joven estudiante, siempre curioso acerca de los pájaros y
otros animales que pululan por la zona, se dio cuenta enseguida de que
no es una gaviota al uso.
La fotografió inmediatamente y, entusiasmado, se dispuso a enseñar la imagen a unos cuantos profesores.
Un pequeño periódico local se hizo eco del descubrimiento
y, desde entonces, no cesan de arribar los expertos que buscan
respuestas al misterio.
Las primeras hipótesis apuntan al calentamiento del planeta
como razón de fondo. Incluso varias voces autorizadas señalan que su
presencia vaticina un verano especialmente tórrido en la Península
Ibérica.
“Conocía de internet esta especie llamada ‘larus
dominicanus’, así que no lo dudé a la hora de coger la cámara”, ha dicho
Miguel Berkemeier, el chaval en cuestión, cuya pericia se ha revelado
clave para destapar el hallazgo.
El avistamiento de estas gaviotas es “rarísimo” en esta
parte del mundo, según acredita Luis Costa, de la Sociedad Portuguesa
para el Estudio de las Aves.
‘Larus dominicanus’ procede del hemisferio sur.
Actualmente, están localizadas dos colonias principales: una en
Sudáfrica y otra en Chile.
“Lo más extraño es que, hasta ahora, Namibia o Angola son
las áreas más al norte donde se había visto esta especie”, argumenta
Costa. A
los portugueses, la gaviota les trae a la mente ‘Gaivota’, uno de los más célebres y melodramáticos fados de Amália Rodrigues.
Fuente: ABC.es/Almomento.net
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