Nueva York — Los especialistas en protección de menores Damon Adams, de 39 años, y Chereece Bell, 37, acudirán próximamente a la corte de Brooklyn para responder a los cargos de homicidio por negligencia criminal de Marchella Brett-Pierce, una niña cuyo bienestar debían supervisar.
Marchella tenía cuatro años cuando su madre Carlotta Brett-Pierce llamó a la Policía, el 2 de septiembre del 2010. Cuando la patrulla llegó al lugar, encontró un pequeño cadáver cubierto de moretones y heridas abiertas por las palizas que la daban su madre y su abuela; los tobillos de la niña tenían las marcas de las ligaduras con las que la mantuvieron atada. Pesaba 18 libras, el peso medio de un bebé de siete meses, y la autopsia reveló que sólo tenía en su estómago un grano de maíz, más 60 dosis para adulto de Claritin y 30 de Benadryl.
El primer investigador de la Administración de Servicios a Menores (ACS) de la ciudad que visitó el hogar había recomendado que se evaluara a la madre, pero la agencia cerró el caso por sugerencia de Adams, que reportó que "el hogar era estable y los niños estaban seguros". La investigación judicial reveló que Adams había falsificado documentos indicando que había visitado a la familia, lo que en realidad no había ocurrido. En un esfuerzo por ocultar su propia negligencia, su supervisora Bell afirmó que se había reunido con él para tratar el caso.
Ambos fueron obligados a renunciar a sus puestos y, seis meses después, fueron arrestados y acusados de múltiples cargos, incluyendo falsificación de documentos. Por su parte, la madre de la niña fue condenada a 32 años de cárcel por asesinato y la abuela a un máximo de 15 por homicidio involuntario.
Este caso agregó una nueva y trágica capa a la profunda revisión que tuvo lugar en ACS, luego del asesinato de la niña Nixzmary Brown, en 2006, y puso de manifiesto la diferencia de la labor desarrollada por especialistas en protección de menores y trabajadores sociales.
La agencia requiere que dichos especialistas tengan estudios equivalentes a 24 créditos académicos, incluyendo disciplinas tales como psicología, sociología, justicia criminal, educación, enfermería o antropología cultural. Los trabajadores sociales deben tener en cambio un máster, que requiere casi el triple de créditos (65). Deben también realizar entre dos y cuatro semestres de prácticas supervisadas antes de graduarse y obtener una licencia habilitante del estado en el que quieran ejercer su profesión, para lo cual necesitan tomar un riguroso examen.
"Esta muerte puso en evidencia la falta de idoneidad profesional de muchos trabajadores de ACS", señaló Prisca Imberti, LCSW del centro de psicoterapia "Crecer". "La falta de capacitación adecuada de los especialistas de protección de menores hace que el sistema no funcione".
Fiscalía y defensa están "evaluando la posibilidad de un acuerdo", dijo Anthony Grandinette, abogado de Adams.....
Marchella tenía cuatro años cuando su madre Carlotta Brett-Pierce llamó a la Policía, el 2 de septiembre del 2010. Cuando la patrulla llegó al lugar, encontró un pequeño cadáver cubierto de moretones y heridas abiertas por las palizas que la daban su madre y su abuela; los tobillos de la niña tenían las marcas de las ligaduras con las que la mantuvieron atada. Pesaba 18 libras, el peso medio de un bebé de siete meses, y la autopsia reveló que sólo tenía en su estómago un grano de maíz, más 60 dosis para adulto de Claritin y 30 de Benadryl.
El primer investigador de la Administración de Servicios a Menores (ACS) de la ciudad que visitó el hogar había recomendado que se evaluara a la madre, pero la agencia cerró el caso por sugerencia de Adams, que reportó que "el hogar era estable y los niños estaban seguros". La investigación judicial reveló que Adams había falsificado documentos indicando que había visitado a la familia, lo que en realidad no había ocurrido. En un esfuerzo por ocultar su propia negligencia, su supervisora Bell afirmó que se había reunido con él para tratar el caso.
Ambos fueron obligados a renunciar a sus puestos y, seis meses después, fueron arrestados y acusados de múltiples cargos, incluyendo falsificación de documentos. Por su parte, la madre de la niña fue condenada a 32 años de cárcel por asesinato y la abuela a un máximo de 15 por homicidio involuntario.
Este caso agregó una nueva y trágica capa a la profunda revisión que tuvo lugar en ACS, luego del asesinato de la niña Nixzmary Brown, en 2006, y puso de manifiesto la diferencia de la labor desarrollada por especialistas en protección de menores y trabajadores sociales.
La agencia requiere que dichos especialistas tengan estudios equivalentes a 24 créditos académicos, incluyendo disciplinas tales como psicología, sociología, justicia criminal, educación, enfermería o antropología cultural. Los trabajadores sociales deben tener en cambio un máster, que requiere casi el triple de créditos (65). Deben también realizar entre dos y cuatro semestres de prácticas supervisadas antes de graduarse y obtener una licencia habilitante del estado en el que quieran ejercer su profesión, para lo cual necesitan tomar un riguroso examen.
"Esta muerte puso en evidencia la falta de idoneidad profesional de muchos trabajadores de ACS", señaló Prisca Imberti, LCSW del centro de psicoterapia "Crecer". "La falta de capacitación adecuada de los especialistas de protección de menores hace que el sistema no funcione".
Fiscalía y defensa están "evaluando la posibilidad de un acuerdo", dijo Anthony Grandinette, abogado de Adams.....
No hay comentarios:
Publicar un comentario