Santo Domingo, (EFE).- La crisis
generada por la veda de Haití a productos avícolas dominicanos, ante la
sospecha de un brote de gripe aviar, cumple ya quince días sin que haya
señales visibles de solución, pese a la intervención de representantes
de alto nivel de ambos Gobiernos para llegar a un acuerdo.
Haití decidió suspender hace dos semanas las
importaciones de pollo, huevos y embutidos desde el lado dominicano de
la frontera común, tras la aparición en este último país de la gripe A,
que ha dejado ocho muertos este año en la República Dominicana y que las
autoridades haitianas, al parecer, confundieron con la gripe aviar.
Desde que Haití adoptó la medida, según dijo a EFE
Víctor Abreu, vicepresidente de la Asociación de Productores de Huevos
de la República Dominicana y asesor del Poder Ejecutivo en materia
avícola, los productores de huevos han perdido 40 millones de pesos
(975.609 dólares) y los de pollos 108 millones de pesos (2,6 millones de
dólares).
La República Dominicana vende a Haití cada año 25
millones de huevos y 8 millones de pollos, de acuerdo con la Junta
Agroempresarial Dominicana (JAD).
Según Abreu, el sector avícola local vive un estado de "emergencia" por la medida.
El comercio entre la República Dominicana y Haití ronda los 1.500 millones de dólares.
El problema se va convirtiendo en una bola de
nieve y ya están previstas medidas como el sacrificio de un millón de
gallinas ponedoras.
En un principio se preveía que este mismo fin de
semana pudiera iniciarse el sacrificio pero, según detalló Abreu, por
ahora no se llevará a cabo hasta que no se sepa el subsidio que
recibirán.
Por su parte, el gobierno dominicano pide tranquilidad.
Esta semana el propio portavoz del Gobierno,
Roberto Rodríguez, fue enfático a la hora de indicar que en el gobierno
dominicano, ni en el pueblo dominicano se anida "el más mínimo
sentimiento de hostilidad hacia el pueblo haitiano. Jamás".
Llamó a los medios y a la población a cuidar las
emotividades, y resaltó que entre los dominicanos y haitianos hay una
relación de fraternidad, al igual que con otras naciones del mundo.
Y para que no haya duda, ayer mismo el ministerio
dominicano salió a aclarar que la reciente repatriación de haitianos
indocumentados que se registró a comienzos de semana en el sur de
Santiago por el puesto fronterizo de Dajabon (noroeste), no está en modo
alguno ligado a la "crisis aviar".
Sin embargo, el Centro Bonó, regentado por la
comunidad de los Jesuitas y que asiste a haitianos en la República
Dominicana, expresó hoy su preocupación por el aumento de actitudes
xenófobas y de amenazas de expulsiones masivas desde el inició de la
veda haitiana a los productos avícolas dominicanos.
En su opinión, se está creando un clima que
propicia la violación de los derechos humanos de la población migrante
haitiana como consecuencia de interpretaciones "mal fundamentadas" sobre
la actual coyuntura.
La propia Conferencia del Episcopado Dominicano ha
denunciado la existencia de grupos que están promoviendo "un
nacionalismo que asusta" en medio de la crisis, lo que califica de
"peligroso".
Sin embargo, no olvida en advertir que tiene que imperar "la cordura y la sensatez".
Por el momento se desconoce cuando volverán a
reunirse los altos cargos de ambos países que se han limitado al
encuentro celebrado el pasado lunes entre el ministro haitiano de
Exteriores, Richard Pierre Casimir, y el titular de Agricultura de ese
país, Joanás Gué, con sus homólogos dominicanos.
Mientras, los principales mercados binacionales
situados en las frontera con Haití, entre ellos el de Dajabón -por
segunda vez en una semana-, permanecieron ayer cerrados por la huelga
que llevan a cabo los comerciantes, y en el que se produjeron esta
semana varios incidentes como la quema de neumáticos y pollos vivos.
María Martínez, portavoz de las dominicanas que se
dedican a la venta de ropa usada en la feria binacional, dijo a medios
locales que las autoridades de ambos países tienen que dialogar para
solucionar la situación, ya que está afectando a dominicanos y haitianos
que viven de esa actividad.
El comerciante haitiano Franci Cesarin dijo a Efe
que hay políticos y funcionarios de Haití que están planteando el cierre
del mercado de Dajabón, pero que eso no es posible.
"Ellos quieren que la feria se celebre del lado
haitiano y que sean los dominicanos quienes entren a nuestro territorio,
pero eso no es posible, porque la tradición es que el intercambio se
celebre en Dajabón", agregó.
Los operadores turísticos también han hecho saber
que esta crisis puede afectar al flujo de turistas que visitan la
República Dominicana y criticaron las "maliciosas e infundadas"
declaraciones del gobierno haitiano sobre la existencia de gripe aviar
en el país.
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