NUEVA YORK._ Un dominicano condenado a cadena
perpetua por un asesinato relacionado con narcotráfico en 1993, podría
ser enjuiciado de nuevo después de descubrirse que los fiscales de
Brooklyn coaccionaron al único testigo en su contra. El caso fue
desvelado por el tabloide Daily News que ha destapado una caja de
pandoras en la que el protagonista principal es el Fiscal del Distrito
de Brooklyn Charles Haynes, de quien el medio basándose en documentos
que eran mantenidos en secreto dice que además del caso del dominicano
Ruddy Quezada, hizo lo mismo con numerosos testigos.
La revelación indica que el funcionario judicial
"secuestraba" en hoteles y moteles a presuntos testigos coaccionándolos
para que declararan contra los acusados y eran retenidos contra su
voluntad.
Originalmente aparecieron dos testigos que
declararían en 1993 contra Quezada para señalarlo como el pistolero que
asesinó a José Rosado, cuando el dominicano protagonizó un tiroteo en la
avenida Lots.
Un año después, uno de los dos testigos fue
asesinado y el también dominicano Sixto Salcedo declaró contra Quezada
en la corte, pero el día antes de comenzar el juicio el Fiscal Adjunto
Efraim Shaban consiguió una orden del juez para conminar al testigo,
alegando que éste se negó a reunirse con la fiscalía para ratificar su
disposición de ofrecer el testimonio al jurado.
En lugar de llevarlo al tribunal, como determinaba
la orden, la fiscalía lo condujo en calidad de arrestado al hotel Crown
Plaza Holiday Inn en Queens, donde lo encerraron por una noche.
Los fiscales negaron durante años que existiera
esa orden contra Salcedo, pero el documento se conoció durante una vista
de apelación interpuesta por los abogados de Quezada.
Salcedo se retractó posteriormente del testimonio
contra Quezada en la Corte Federal y en el juicio realizado en el 2001 y
declaró que el detective Thomas Buda del cuartel 75 lo amenazó con 10
años de cárcel si no declaraba contra su compatriota.
Buda que ahora trabaja como consultor para el Departamento de Estado, niega su participación en la coacción a Salcedo.
Pero el testigo ha reiterado que fue forzado a
mentir en el juicio contra Quezada, cuando dijo que éste disparó con una
ametralladora Tec-9.
Freddie Caballero testificó que él fue el hombre
armado que disparó matando a Rosado. Otros dos testigos también
confirmaron que Caballero fue el tirador y que Quezada.
El portavoz de la oficina del fiscal de Brooklyn,
Jerry Schmetterer dijo que ese despacho nunca violó la legalidad de los
procedimientos respecto al manejo de los testigos y no ha coaccionado ni
amenazado a cualquier persona en contra de su voluntad.
El ex fiscal Kenneth Thompson, quien se postula
para el cargo de Fiscal de Distrito en Brooklyn desafiando la reelección
de Hynes, pidió al Departamento de Justicia investigar las presuntas
prácticas de coacción a testigos por parte de la fiscalía.
El investigador de la fiscalía Renee Kreilik
afirma que ciertamente su jefe ordenaba encerrar testigos en
habitaciones y corroboró la información acerca del caso de Salcedo.
Dijo que también se les prohibía salir de la habitación y hacer llamadas telefónicas o recibir visitas.
En un registro de 1990 aparecen los nombres de
decenas de testigos que fueron encerrados en hoteles de Queens,
incluyendo el Marriot Marquis del aeropuerto La Guardia, Adria, Travel
Lodge y Pan American.
Autor: Miguel Cruz Tejada/Elnuevodiario
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