El doctor Hu Ke, especializado en enfermedades
respiratorias, trata desde hace más de dos meses a pacientes críticos de
COVID-19 en la ciudad de Wuhan, la cuna de una pandemia que todavía
tiene en jaque al mundo.
Este neumólogo de 55 años recibe a Efe en el Hospital Popular de la
Universidad de Wuhan, donde ejerce además como profesor de medicina
pulmonar y forma parte del equipo provincial de expertos designado para
combatir la enfermedad.
- PREGUNTA: ¿En qué situación nos encontramos ahora?
- RESPUESTA: Ahora, el Gobierno está dando mucha importancia a los
llamados pacientes asintomáticos, así que no podemos relajar la
vigilancia. Hay cada vez menos de este tipo de pacientes, y hay cada vez
menos casos. Ocasionalmente, uno o dos. Pero los asintomáticos no son
muchos.
- P: ¿Cuál fue el peor momento que vivió desde que estalló el brote?
- R: En la primera etapa de la epidemia, el número de casos crecía
rápidamente. A mediados de enero los pacientes no dejaban de aumentar y
las camas de los hospitales eran limitadas. En aquel momento, había
demasiados pacientes y no dábamos abasto. Fue complicado.
EL CIERRE DE WUHAN FUE "IMPRESCINDIBLE"
- P: ¿Qué medidas se tomaron para revertir a la situación? ¿Cómo se afrontó el colapso hospitalario?
- R: El Gobierno tomó entonces medidas acertadas. En un periodo corto
de tiempo se construyeron los hospitales de Huoshenshan y de
Leishenshan, y se requisaron centros sanitarios privados para tratar
pacientes. Ingresamos a todos, construimos espacios para aislar a los
pacientes con síntomas más leves. Se usaron para eso gimnasios, espacios
públicos.
Al mismo tiempo, llegó personal médico de otras provincias para
ayudarnos a tratar a los enfermos. Creo que esto es lo más importante
que deberían hacer otros países también.
Así que se dieron tres pasos. El primero, construir esos nuevos
hospitales. El segundo, traer más de 40.000 profesionales médicos de
otras partes del país para ayudar aquí. Tercero, pedir al país que nos
aportara urgentemente equipos de protección y otros equipos médicos para
solucionar ese problema.
- P: ¿Qué hubiese pasado si no se hubiese cerrado Wuhan?
- R: El cierre tuvo lugar en la víspera de las vacaciones por el Año
Nuevo chino. Este periodo supone la migración más grande del planeta. Es
la tradición china volver a casa para visitar a los familiares. Nuestra
población se movería en grandes números, más que ningún otro país. Para
nosotros, esta medida era imprescindible.
- P: ¿Otras ciudades deberían seguir su ejemplo?
- R: El cierre de Wuhan fue muy importante. No sólo Wuhan: también
otras ciudades pequeñas en la provincia de Hubei cerraron. Cerrar la
ciudad, el transporte público, prohibir las aglomeraciones... fueron
claves para prevenir que el brote se extendiese. Son medidas de control y
prevención importantes. Wuhan tiene una población de más de diez
millones de personas: hace falta determinación para tomar una decisión
así.
"NO PODIAMOS SABERLO TODO"
- P: Sin embargo, otras ciudades en el mundo no han optado por cuarentenas tan estrictas o lo han hecho tarde...
- R: Aunque no hayan cerrado ciudades en otros países, se ha pedido a
la gente que trabaje desde casa. Restringir el movimiento de la
población también tiene ciertos efectos. El principio es el mismo que el
que se siguió en Wuhan. Después de tomar estas medidas, los países
europeos han conseguido ralentizar el crecimiento de casos. Estados
Unidos sigue siendo un problema.
Países como Irán también son un problema. Algunos países religiosos
tienen como costumbre reunirse en sitios cerrados, lo que provoca
aglomeraciones. Las medidas chinas fueron obligatorias, que se cumplan
correctamente es también muy importante. Cada país tiene costumbres y
culturas distintas, y es normal que las medidas cambien según el país,
pero la lección es la misma para todos.
- P: ¿Cree que Wuhan debió haber tomado medidas antes?
- R: No se puede hablar de los primeros días porque no teníamos
experiencia para tratar con este problema. Cerrar la ciudad fue una
decisión difícil. El resto la ha tenido que tomar también. ¿Tenían otros
países que haber tomado medidas antes? Nadie lo sabe. No podemos ver la
gran foto de esta epidemia y es difícil tomar decisiones. No podíamos
saberlo todo. Pero sí sabemos que después de dos o tres meses de duro
trabajo, hemos contenido el virus. ¿Por qué otros países no aprendieron
la lección?
- P: ¿Cuál es el principal riesgo para China ahora?
- R: Esto es una pandemia. Decenas de miles de personas están
enfermas, sin contar a los asintomáticos y a los que no se les ha hecho
pruebas. Pueden ser cientos de miles. El brote en Wuhan se ha contenido.
China tiene ahora dos problemas: uno, los llamados casos "importados".
Hay muchos estudiantes y trabajadores chinos fuera y quieren volver al
país. Muchos de ellos tienen miedo, no se sienten seguros fuera. China
es el país más seguro ahora mismo y es más sencillo encontrar
tratamiento aquí.
Pero fuera es distinto. He oído casos de personas que no pueden
acceder a tratamiento si sólo presentan fiebre, o que tienen que pagar
una millonada por ellos si no cuentan con un seguro médico.
"NO HAY FECHA" PARA LA NORMALIDAD
- P: ¿Cuándo volverá la normalidad a China?
- R: La epidemia está prácticamente bajo control en China. No hay un
momento concreto en que se pueda decir que se ha superado. Creo que los
casos asintomáticos no van a ser un gran problema. El problema ahora
aquí son los casos importados y su impacto. No hay una fecha porque
dependerá de cómo se desarrolle la situación en el resto del mundo.
Debemos protegernos de esos casos, y de ahí las cuarentenas de 14 días
que se han impuesto a los que lleguen de fuera.
En cuanto a un rebrote, hay gente asintomática que podría estar en el
periodo de incubación, pero repito, esto va a ser limitado. Creo que
con el verano la epidemia acabará, para junio ya no va a ser un
problema. Tenemos que seguir la situación fuera, si se puede controlar.
Pero en lo que respecta a China, soy muy optimista. Otras ciudades y
provincias han vuelto a la normalidad y Hubei lo está haciendo ya. Wuhan
volverá a la normalidad muy pronto.
- P: ¿Cuál es su diagnóstico para el resto del mundo? R: No me atrevo a hacer una predicción. Hay más de 200 países y
regiones en la que el coronavirus está presente. He oído noticias como
lo de que el Reino Unido quería llevar a la práctica una política de
"inmunizar" a la población. He oído que hay gente a la que se le
recrimina usar mascarilla. Esto es algo que no entiendo. No estoy
enfermo, pero tengo la libertad de usarla. Es erróneo pensar que sólo se
usa mascarilla si estás enfermo. No son inútiles, al contrario. Es una
medida de prevención proactiva. Este es mi punto de vista, al menos, y
la experiencia de China en ese sentido ha sido satisfactoria.
El resto del mundo tiene que seguir tomando medidas. El periodo más
corto de tiempo para superar el brote es un mes. El máximo debería ser
poco más de dos, según la experiencia de Wuhan. Claro que aquí ha
llegado material, el personal médico desplazado a Wuhan no se infectó,
etcétera. Al principio muchos médicos aquí también se contagiaron. Pero
los que llegaron después, no. ¿Por qué? Por una buena protección. Si los
doctores de Nueva York tienen miedo de ir a trabajar, si no tienen
mascarilla o trajes, se enfrentan a un gran problema.
"HE TRATADO PACIENTES DESDE FINALES DE DICIEMBRE HASTA AHORA"
- P: ¿Cuántos pacientes ha tratado usted en total?
- R: He tratado pacientes de COVID-19 casi cada día desde finales de
diciembre hasta ahora. Casi cien días. Hoy es una excepción. Estoy a
cargo de la planta decimocuarta del tercer edificio. En esta planta hay
espacio para 50 pacientes. Como mucho, hay entre 46 y 48, porque
reservamos dos camas. Ahora habrá alrededor de 26. Si no hubiese
accedido a esta entrevista hoy, ahora estaría visitando a mis pacientes.
Cada día, si no tengo una reunión u otra cosa que hacer, estoy siempre
de guardia.
No sé cuántos pacientes he tratado ya. En enero recibíamos consultas desde las 08.00 hasta las 19.00, unos 150 pacientes al día.
- P: ¿Qué tipo de pacientes trató en su hospital?
- R: Nuestro hospital lo destinaron al trato exclusivo de pacientes
en estado crítico. Los cuidados intensivos en los hospitales son
limitados. Hemos acondicionado muchos de ellos para poder atenderlos.
Hasta ahora, hemos ingresado a unas 1.500 personas.
- P: ¿Qué le ha ayudado usted a tratar a tantas personas?
- R: La experiencia del síndrome respiratorio agudo y grave (SARS) en
2003. Estoy especializado en problemas respiratorios y trato neumonías
desde hace mucho tiempo. La diferencia es la cantidad de pacientes. El
pánico y la ansiedad se transmiten también. He trabajado durante casi
cien días, pero me he protegido bien y no me he contagiado.
"CREO QUE NO VA A HABER SEGUNDA OLEADA EN CHINA"
- P: ¿Qué opina de los certificados médicos vinculados al teléfono móvil?
- R: La supervisión es muy importante. Todo el mundo en Wuhan tiene
un certificado de salud que está vinculado a nuestro sistema sanitario.
La diferencia es que ese certificado ahora se actualiza constantemente y
se vincula a las aplicaciones de los teléfonos móviles. Si estás
contagiado, el código aparece rojo. Si has estado en contacto o cerca de
una persona que después ha dado positivo, tu código pasará de verde a
rojo inmediatamente. Sólo damos certificados de salud a la gente que
está sana.
La gente va a salir y entrar de Wuhan y debemos mantener un alto nivel de vigilancia en todo el país.
Soy optimista, creo que no va a haber una segunda oleada de
coronaviurs en China. Habrá de vez en cuando algunos pacientes nuevos,
alguna docena, pero eso es normal. Es como una pequeña chispa después de
un gran incendio.
- P: Algunos medios, incluyendo medios chinos, han publicado
noticias que apuntan a que el número de fallecidos en Wuhan es mucho
mayor a tenor de la actividad en los crematorios. ¿Qué opina de esto?
- R: Eso son especulaciones de los periodistas. ¿Tienen datos? ¿Qué
datos tienen como para afirmar algo así? La verdad es que nadie lo sabe.
No digo que no hubiera casos (de fallecidos que no fueron
contabilizados como decesos por COVID-19), puede tener algo que ver con
la tradición de los chinos. Hay gente que vive en el campo que, cuando
enferma, prefiere morir en casa. Por otra parte, tampoco se puede decir
que como hay gente que murió en casa lo hizo de COVID-19, pueden haber
fallecido por cualquier otra enfermedad. Los periodistas dicen que como
hay gente que murió en casa la cifra debe de ser mayor. Pues igual están
difundiendo rumores.
- P: ¿Podría un paciente de COVID-19 en tratamiento irse a morir a casa?
- R: Por supuesto que no. Es imposible que nuestro hospital le dejara salir.
Después de terminar la entrevista, el doctor Hu nos acompaña hasta el
coche y afirma que China será primera en obtener la vacuna, en apenas
unos tres meses: una pregunta a la que ha preferido responder sólo
cuando se han apagado las cámaras.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario