El día en que un incendio puso en peligro la vida de
los empleados, clientes y vecinos de la envasadora Mariot Gas, dos
bomberos fueron captados por todos los medios luchando con las llamas.
En medio de la emergencia, ocurre una sorpresa. Al oírlas gritar para
pedir más agua, los presentes descubren que la pareja en primera línea
de fuego no está compuesta por dos hombres: son dos amigas, dos bomberas
voluntarias, que en una fecha como hoy, Día Internacional de la Mujer,
sirven de ejemplo, de referencia.
Estaban cansadas y se podía notar en sus caras, pero aun así no
dejaban de hacer el trabajo que les emociona y que realizan sin cobrar
un centavo. Estuvieron alrededor de cinco horas tratando de apagar el
incendio en la envasadora de Gas Licuado de Petróleo (GLP) Mariot Gas en
el sector Alma Rosa, en Santo Domingo Este.
Ellas son las rasos Shelby Noemí Díaz y Antoinette Eusebio,
dos mujeres que se encontraron por casualidad en la Academia del Cuerpo
de Bomberos de Santo Domingo Este, hace aproximadamente un año y seis
meses, y desde entonces se han vuelto amigas inseparables.
Sus uniformes no permitían que se observara que eran mujeres, ni
siquiera los que estaban allí lo sabían, se enteraron cuando las
escucharon hablar.
Shelby Noemí y Antoinette son las únicas mujeres voluntarias del
Cuerpo de Bomberos de Santo Domingo Este que, cuando escuchan una
emergencia acuden al cuartel, se ponen sus trajes y se suben al camión
de bomberos para ayudar a apagar cualquier tipo de incendios.
Con tan solo 20 y 28 años tienen muy claro su propósito en la vida: ayudar a los demás sin esperar nada a cambio.
“Siempre me ha gustado ayudar a las personas y desde el primer día de clases en la Academia me quedé enamorada, fue como que encontré lo que quería hacer desde siempre”, cuenta Antoinette emocionada.
Mientras que Shelby Noemí lamenta que las personas no valoren la
labor que hacen los bomberos. “La gente cree que ser bombero no es nada,
pero es muy importante porque tu salvas vidas. Uno se preocupa por la vida del otro. Hay que ponerse en el lugar del otro”, expresa.
Las dos han demostrado que se preocupan por los demás, pues dedican
los fines de semana y días libres al voluntariado de los bomberos.
Shelby Noemí es estudiante de término de contabilidad en la Universidad
Dominicana O&M y Antoinette tiene un año y seis meses estudiando
medicina en la Universidad Pedro Henríquez Ureña (UNPHU).
El día del incendio en la envasadora Mariot Gas, Shelby Noemí estaba
cocinando, apagó la estufa y se fue a ayudar. No le importó que el día
anterior había ido al salón de belleza a arreglarse el pelo, “porque eso sale de uno”.
Antoinette acababa de realizarse unos análisis en un laboratorio y
tampoco titubeó para ir en auxilio de sus compañeros de labores.
Estuvieron desde las 11:00 de la mañana hasta las 4:00 de la tarde
tratando de apagar el fuego que salía del tanquero en la envasadora.
Pero lo hacían porque querían y hasta se sentaron en el piso, agotadas,
para seguir haciendo su trabajo.
“Siempre decimos: si te sientes cansado o te sientes mal
avísanos y hacemos el relevo, pero nosotras nunca quisimos soltar el
pistón (la manguera), decíamos que estábamos bien”, asegura Antoinette.
Antoinette y Shelby Noemí utilizan las redes sociales, principalmente whatsapp, para informarse cuando hay una emergencia.
También participan en los operativos de Semana Santa y en cualquier actividad que el Cuerpo de Bomberos solicite su apoyo.
¿Qué dicen sus familiares?
Al principio sus padres estaban preocupados, pero después de un tiempo se acostumbraron a la idea y las apoyaron.
Antoinette destaca que su familia está muy emocionada por la labor
que realiza, principalmente su hermanito de 5 años, a quien le gusta que
lo lleve a la estación y a las charlas que realiza la institución.
Shelby Noemí señala que tiene dos hijas de 5 y 8 años y que, al igual
que su esposo, se sienten muy orgullosas del trabajo voluntario que
realiza su madre.
“Cuando me vieron que llegué a la casa me dijeron: “mami yo te vi en la televisión” y estaban muy contentas. Cuando voy a hacer servicios ellas quieren que las lleve y se sienten muy orgullosas de mí”, dice.
Las jóvenes afirman que reciben un buen entrenamiento por parte de la
institución y que personas capacitadas y con experiencia les dan
seguimiento.
Perfil:
Antoinette tiene 20 años y vive en el sector en Bello Campo, en la zona oriental, pero su familia es oriunda de Bayaguana, Monte Plata.
Su novio es bombero y lo conoció después de iniciar su voluntariado.
Estudia medicina en la Universidad Pedro Henríquez Ureña (UNPHU) y quisiera especializarse en cirugía general o cardíaca.
Shelby Noemí tiene 28 años y vive en el sector Alma Rosa, en Santo Domingo Este, pero es oriunda de Azua.
Está casada y tiene dos hijas de 5 y 8 años.
Es estudiante de término de contabilidad en la Universidad O&M y
trabaja independiente haciendo inventarios para colmados y otros
negocios.
Dice que se siente orgullosa de pertenecer al Cuerpo de Bomberos de
Santo Domingo Este y pide a Dios que les de la fortaleza y las proteja
para que no les pase nada.
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