NUEVA YORK._ El padre de José Pimentel, un
joven de origen dominicano naturalizado estadounidense y acusado por las
autoridades locales de conspirar para perpetrar atentados terroristas
contra cuarteles policiales y soldados del ejército, pidió la
intervención de la cancillería (Relaciones Exteriores) de la República
Dominicana en el caso, quejándose de que cuando se inició el proceso,
contactó a funcionarios consulares aquí que le dieron la espalda a la
familia.
El señor Juan José Pimentel declaró a medios
locales que su hijo jamás podría estar vinculado a organizaciones
terroristas como Al Qaeda, porque siempre ha sido un muchacho jovial,
sano, simpático y que nunca ha buscado problemas con nadie.
Aunque el papá de Pimentel, califica el caso de
"difícil" dijo que a quienes encuentran culpables de robo, salen libres
en 10 o 15 años, pero sus casos no tienen la difusión que ha tenido el
de su hijo que ya es conocido en el mundo entero.
El padre de 51 años de edad y nativo de Santiago
de los Caballeros, está convencido de la inocencia de su hijo y denunció
que contactó a un funcionario consular en Nueva York en busca de ayuda
legal, pero que el representante le dio la espalda.
No identificó al funcionario en cuestión.
Pidió al Ministerio de Relaciones Exteriores
(Cancillería) de la República Dominicana intervenir con ayuda legal en
favor del caso de su hijo y aunque recordó que su vástago se marchó a
Estados Unidos a los cinco años de edad, el estado dominicano debería
interesarse por el caso.
El señor Pimentel a quien le han amputado dos
dedos del pie derecho debido a su condición de diabético crónico, dijo
que luego del arresto de su hijo el 20 de noviembre del 2011, su salud
ha venido en deterioro.
Los médicos tuvieron que cortarle otros dos dedos
del mismo pie. Reside en un apartamento del sector Pantoja en Santo
Domingo Oeste, donde convive con la madre de varios de sus hijos de un
total de siete que ha engendrado.
Será sometido a una operación en el hospital
"americano" de los Alcarrizos, donde los especialistas tratarán de
ayudarlo a recuperar la visión de su ojo izquierdo producto de la misma
condición.
También sufre complicaciones en los riñones. Hace
dos meses, su hermana Joaquina Pimentel (Nena) murió en Santo Domingo
afectada también por la diabetes y problemas renales. Dijo que el
apresamiento de su hijo, agudizó más la enfermedad de su hermana.
"José era su adoración y cuando él venía de visita al país, se quedaba meses con su tía Nena", relata el padre dominicano.
Describe al acusado de terrorismo como un muchacho
sano, y querido en el vecindario de Pantoja. "Mi hijo se ponía a veces
una túnica con la que simulaba ser un musulmán como una ropa de rapero o
un uniforme de baloncesto", explicó.
Cree que José, estuvo afectado por el desempleo y
la separación de sus padres. "Estaba viviendo con su mamá Carmen Sosa,
quien todos los sábados sólo podía darle $20 dólares porque mi hijo no
estaba trabajando desde hacía varios meses", narra.
"Estaba depresivo y se le notaba, por eso iba
todos los domingos a la iglesia vestido de musulmán como cualquier
muchacho normal", detalla el papá del acusado.
Sostiene que ha tratado de ser más fuerte que
"Rambo" y que cuando sus amigos lo aconsejan, intenta cogerlo suave,
pero a veces, cuando está solo llora por la situación de su hijo.
Una de sus esperanzas es la de que el FBI no
desestimó el caso y no arrestó ni acusó a su hijo por considerar que
realmente no es una amenaza terrorista para los Estados Unidos.
"La acusación de la policía y el alcalde de Nueva
York contra mi hijo, es una gran disparate y un invento", agrega el
padre dominicano.
Además del padre, dos hermanas de Pimentel,
Angeline y Karen están muy preocupadas por la suerte que pueda correr el
supuesto terrorista en la justicia de Nueva York.
Dijeron que su hermano es incapaz de dañar a otro
ser humano y esperan que todo salga bien en los tribunales. "Espero que
mi hermano salga libre y pueda llevar una vida tranquila después de todo
lo que ha pasado", dijo Angeline.
Recordaron que José fue formado en una familia
católica en la que se le inculcaron los principios cristianos y el
mandamiento de no matarás.
Detallaron que el acusado de terrorismo,
desarrolló una infancia normal junto a otros muchachos del barrio
capitaleño donde nació y se crió.
Autor: Miguel Cruz Tejada/Elnuevodiario.com
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