NUEVA YORK (AP) — Lo solicitó hace casi 30 años, pero no fue hasta el miércoles que Jenis Yolanda Martínez recibió su certificado de naturalización estadounidense. La inmigrante nacida en República Dominicana describió el esperado documento con su firma y fotografía como el mejor regalo de Navidad que podían hacerle. "Es como un diploma para mí", dijo ante las cámaras y los fotógrafos que se reunieron para captar el momento en la sede de los Servicios de Inmigración y Ciudadanía (USCIS, por sus siglas en inglés) en Manhattan. "Quería tener esto antes de morirme".
La historia de Martínez es una de despiste y suerte.
La inmigrante, nacida en San José de Ocoa, llegó a Estados Unidos en 1965 en busca de mejores oportunidades. Diez años después obtuvo la ciudadanía estadounidense y perdió su certificado de naturalización.
No fue hasta 1983 en que solicitó uno nuevo. Sin embargo, la carta enviada por USCIS a su casa informándole de que fuera a recogerlo el 22 de diciembre de ese año nunca llegó. Tras vivir toda la vida en el mismo apartamento del barrio Lower East Side, Martínez descubrió la carta en su buzón el año pasado.
"Mi primera reacción es que alguien la había colocado ahí", explicó la inmigrante de ahora 69 años. "Me quedé muy sorprendida, y muy contenta".
Martínez dijo que el papel estaba descolorido y sin sobre. Explicó que pensaba que lo había vuelto a perder hasta que lo encontró en julio dentro de una caja.
Se dirigió con él a las oficinas de USCIS, donde varios funcionarios lo autentificaron y dijeron a Martínez que fuera a recoger su nuevo certificado el 22 de diciembre del 2010, exactamente 27 años después de la fecha en que debería haberlo recogido.
"En mis 32 años trabajando para los servicios de inmigración no escuché una historia como la suya", le dijo el miércoles Andrea Quarantillo, directora de USCIS en Nueva York. "Estoy sorprendida de que fuera capaz de recuperar la carta. Su cometido para obtener un certificado me demuestra cuánto valora usted la ciudadanía estadounidense".
Martínez dijo que pagó 30 dólares por la solicitud de naturalización. En la actualidad, el coste es de 680 dólares, dijo una portavoz de USCIS.
La inmigrante, que dijo estar más nerviosa que el día de su boda, posó ante las cámaras con el certificado que nunca recibió en 1983 y que la muestra en blanco y negro, con un peinado de la época.
Hoy, divorciada, con tres hijas y ocho nietos, Martínez sigue trabajando como asistente en una firma de abogados de Manhattan y cuida además de su madre, quien ya tiene 100 años.
"Voy a celebrar esto cocinándole un arroz chino", dijo sonriendo.
Martínez, una sobreviviente de cáncer de pecho, dijo no haber tenido problemas para viajar por el mundo y un total de siete veces a República Dominicana, ya que siempre ha contado con un pasaporte estadounidense.
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