NUEVA YORK – El gobernador de New York David Paterson anunció los nombres de 24 personas, diez de ellos latinos, que el panel de perdón creado en mayo decidió absolver de sus delitos. Uno de los afortunados fue Eligio Valerio, un taxista de 52 años de Washington Heights que fue arrestado el 20 de octubre de este año por una condena de venta de droga en quinto grado en 1986 y por haber tenido un arma no registrada en su bodega en 1988.
Valerio cumplió con sus tres años de libertad condicional en esa ocasión por lo que nunca se imaginó que 22 años más tarde, y a pesar de ser ciudadano, ICE llegaría a su casa y lo pondría en la fila para deportarlo a República Dominicana.
Esta ha sido una victoria gloriosa. Es la navidad más gloriosa. Es el regalo más grande que se puede tener", dijo Valerio a El Diario-La Prensa tras conocer la noticia de su perdón.
"Voy a celebrar la navidad con una alegría tremendísima con mis hijos y con mi esposa que están bien, bien alegres", agregó gritando al teléfono de felicidad.
El gobernador explicó que estas personas enfrentaban deportación por haber cometido crímenes menores hace mucho tiempo. Todos ellos cumplieron con sus castigos y no han vuelto a cometer ninguna falta, por lo que calificó como arbitrario y aleatorio que la Oficina de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) los haya querido deportar.
Agregó que entiende que el gobierno quiera proteger a la ciudadanía de amenazas terroristas, pero que la deportación de inmigrantes que han cometido faltas menores no se justifica.
"Durante la revisión de las más de 1.100 postulaciones para el perdón durante mi administración se hizo abundantemente claro que las leyes de inmigración del gobierno federal son a menudo excesivamente duras y que necesitan una modernización", agregó Paterson.
Entre los otros casos se encuentra el de Lucila Cruz, residente desde 1992, que fue condenada de intento de hurto mayor en tercer grado en 1992. Su empleador y muchas otras personas abogaban por su caso ya que ella cuida de su hijo lisiado.
También está Fredy C. Rojas que luego de haber servido 8 años en el ejército fue condenado por una falta menor de posesión de drogas en 1995. Rojas cumplió con un tratamiento de rehabilitación de drogas, vive con su esposa, su hija de 7 años y es conductor de camiones.
El futuro senador estatal Adriano Espaillat explicó que este gesto no es suficiente para equilibrar los problemas de un sistema de inmigración roto. Son solo "gotitas o granitos de arena", dijo.
"Yo espero que el lamento del Presidente por lo del Dream Act se convierta en realidad y en acción de esta administración que sin duda ha dejado el tema de los inmigrantes como semi engavetado, si no olvidado", comentó Espaillat.
Fuente Diario La Prensa
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