viernes, 31 de diciembre de 2010

Times Square se prepara para celebrar la llegada del año 2011 sin nieve.

Autor: Joaquim Utset

Nueva York, (EFE).- La plaza de Times Square de Nueva York, milagrosamente limpia ya de la nieve que ha cubierto la ciudad con un manto blanco, ultima los preparativos para recibir mañana a más de un millón de personas que presenciarán el descenso de la bola que marca el tránsito al nuevo año desde hace más de un siglo. Los organizadores de la fiesta en este turístico enclave de la Gran Manzana esperan una mayor concurrencia este año, ya que se prevé que la temperatura se mantenga por encima de los cero grados centígrados, tras un diciembre gélido en el que se ha registrado una de las peores nevadas de la historia de la Gran Manzana.

"Como se espera buen tiempo, la multitud puede que llegue hasta Central Park, lo que supondrá más de un millón de personas con ganas de festejar", dijo a Efe el presidente de la agrupación Times Square Alliance, Tim Tompkins, la entidad encargada de las festividades.

Los operarios han trabajado a contra reloj en los últimos cuatro días para montar los escenarios desde donde las grandes cadenas de televisión retransmitirán en directo la velada, que cada año tiene una audiencia mundial de unos mil millones de telespectadores.

Para ello, las cuadrillas municipales se han afanado para hacer desaparecer de Times Square hasta el último rastro del medio metro de nieve que dejó en la ciudad el temporal que azotó toda la costa de este de EEUU la noche del domingo y la madrugada del lunes.

Mientras en algunos barrios de Nueva York aún hay calles con vehículos atrapados en un manto blanco, Tompkins explicó que el Ayuntamiento empleó unas grandes máquinas para derretir las montañas de nieve acumuladas en las aceras de Times Square..

"No hay peligro de que la gente que salga de fiesta se quede sin espacio para celebrar el Año Nuevo", explicó el responsable de la organización, quien también se declaró "sorprendido" por la cantidad de turistas que se ven estos días por las calles de la ciudad.

Pese a que no hay aún cifras oficiales, Tompkins señaló que la combinación de un consistente flujo de visitantes internacionales, particularmente europeos, y un mayor número de estadounidenses reacios a viajar fuera del país, ha contribuido a aumentar el turismo navideño este año.

En esta recta final del año, en Times Square se celebran estos días distintas iniciativas para despedir 2010, como la que podría traducirse como "el día del adiós y el hasta nunca", por la que cada año se invita a los transeúntes a escribir y destruir en una trituradora de papel los malos recuerdos acumulados durante el año que acaba.

Además, el miércoles muchos neoyorquinos y turistas pudieron participar en un ensayo del lanzamiento de los 900 kilogramos de confeti que inundarán la plaza una vez el reloj marque la medianoche del viernes 31, y en los que más de 25.000 personas han escrito deseos y promesas para el nuevo año.

"Todo está muy organizado, se nota que se están recuperando de la nevada, y se ve a la gente muy animada", observó Alfonso Ojea, un turista español que viajó junto a su esposa Carmen y su hija Silvia para recibir en Nueva York el año 2011.

A causa de la aglomeración y las estrictas medidas de seguridad, las autoridades recomiendan acudir a la plaza en torno a las cuatro de la tarde si se quiere asegurar un hueco desde el que se vea la caída de la bola.

La esfera, uno de los objetos más observados ese día en todo el mundo, pesa más de cinco toneladas y está recubierta por 2.668 triángulos de cristal iluminado por 32.256 lámparas LED (diodo emisor de luz).

Para amenizar las ocho horas de espera que pueden llegar a aguantar muchos de los asistentes, está previsto el encendido de luces de la plaza a las seis de la tarde y la proyección en las grandes pantallas de Times Square de una peculiar cuenta atrás que celebra cada una de las seis horas previas, con música y efectos sonoros que se escuchan por toda la zona.

Entre los artistas invitados se encuentran el salsero puertorriqueño Elvis Crespo, el veterano rockero Rick Springfield y miembros del elenco del musical de Broadway "American Idiot".

Además, a partir de las siete se lanzarán periódicamente confetis, globos, pelotas hinchables, dulces y todo tipo de material publicitario de las empresas que quieren aprovechar la gran proyección internacional de la que goza esta cita neoyorquina.

Este año, el sargento Salvatore Giunta, condecorado el pasado septiembre con la Medalla de Honor por su servicio en la guerra de Afganistán, será el encargado de ayudar al alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, a darle al botón que inicia el descenso de la bola de cristal que marca la entrada al Año Nuevo en la Gran Manzana desde 1907.

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