NUEVA YORK._ Un juez
de la Corte Suprema Estatal en Queens, negó ayer jueves una audiencia
especial al dominicano Oscar Morel, acusado de ejecutar de sendos tiros
en las nucas a dos imanes (predicadores) islámicos de una mezquita en
Queens el año pasado, cuando siguió a los líderes y los mató por la
espalda.
Las víctimas, Maulana Akonjee de 55 años de edad y su ayudante Thara Uddin, de 64, acababan de salir de un servicio en la mezquita, en agosto de 2016, vistiendo todavía las túnicas y sandalias, cuando fueron ejecutados presuntamente por Morel, que niega los cargos.
El abogado de Morel, Michael Scwed, buscaba que el juez ordenara una investigación respecto a si el acusado, fue interrogado adecuadamente por la policía, pero el magistrado se negó.
Líderes de la comunidad islámica, presentes en el tribunal, aplaudieron y apoyaron la medida del magistrado.
“Estamos profundamente satisfechos de que el juez rechazara los alegatos sin fundamento de la defensa”, dijo el portavoz de la familia Albert Fox Cahn. “Estamos un paso más cerca de la justicia”.
Cahn dijo que las familias tratan de recuperarse de la muerte de Akonjee y Uddin.
“No hay palabras para explicar nuestra pérdida desgarradora”, dijeron sus familiares a través del clérigo Cahn.
“Estos hombres no sólo eran pilares de la comunidad, eran nuestros maridos padres y hermanos. La misma fe que ellos asumieron como su objetivo la época de nuestros ancestros, también nos da la fuerza para perseverarla”, dijo el clérigo.
Morel está programado para volver a la corte en mayo.
LOS ASESINATOS
Morel de 35 años de edad y acusado de asesinar al estilo ejecución a los líderes musulmanes en Queens, mantiene un hermético silencio sobre el motivo que habría tenido para presuntamente matar a los clérigos Mualama Akonjee y a su asistente Thara Uddin, con balazos en sendas cabezas y a quemarropa.
Su silencio, se ha convertido en un rompecabezas tanto para los investigadores de homicidios de la policía como para los fiscales de Queens, que están escarbando minuciosamente en las páginas de redes sociales y mensajes de textos del celular de Morel, para tratar de dar con alguna pista que los lleve al móvil de los homicidios.
Aunque la policía encontró el revólver presumiblemente utilizado por Morel en sendas ejecuciones y la prueba de balística, el video de seguridad y un testigo clave lo sitúan en la escena del crimen, en el sistema judicial de Estados Unidos, el móvil es una pieza fundamental para llegar al fondo del por qué.
Morel, que fue instruido de los cargos de asesinatos en primer grado y tenencia ilegal de un arma de fuego, podría ser condenado a cadena perpetua, si es declarado o si él se declara culpable de los homicidios de los musulmanes.
Para enredarles más la madeja a los investigadores, declaró a medios locales desde la cárcel de Rikers Island, que nunca ha odiado a los musulmanes y que no es él quien aparece en el video, matando a los líderes de la mezquita.
Su hermano Alvin Morel, escribió en su página facebook, que la familia es de una formación sólidamente católica y que “como todo el mundo, anidamos odio cuando el ataque a las torres gemelas el 9/11 de 2001, pero más de ahí, nunca hemos odiado a nadie y mucho menos por creencias religiosas”.
Añadía Alvin que la acusación contra su hermano, ha sorprendido no sólo a la familia, sino a todos los que lo conocen de cerca.
Reveló que la madre, señora Ana Morel, está padeciendo de cáncer.
Cientos de militantes musulmanes que se movilizaron en Queens y Brooklyn, exigiendo la pronta captura de Morel, calificaron los asesinatos como un crimen de odio por motivos religiosos y dijeron que “somos musulmanes, pero no el Estado Islámico”, en referencia al grupo terrorista sirio.
Los familiares de las víctimas, también insisten en que quieren oír a Morel, decir el motivo que tuvo para liquidar a los predicadores islámicos.
El primer abogado de Morel, Leonard Ira Reesler, un especialista en ese tipo de delitos y de origen judío, también ha defendido al sospechoso, diciendo que la fiscalía “no tiene evidencias sólidas para construir un caso ganable”.
El fiscal adjunto del distrito de Queens, calificó de “horrible y brutal” los asesinatos, añadiendo que la justicia está convencida en base a las pruebas, de que fue Morel el asesino de los musulmanes.
Una figura sombría de un hombre como agachado que aparece en el video de seguridad, moviéndose sigilosamente detrás de los clérigos que acababan de salir de la mezquita, no revela claramente si se trata de Morel, pero el vehículo que él abordaba y con el que atropelló a un diseñador de dibujos de tela, en una calle cuando se transportaba en una bicicleta, expone con claridad las descripción física y las característica del vehículo.
El ciclista, logró recuperar la lucidez y apuntar el número de la chapa, la que entregó a la policía.
La dirección de Morel, fue ubicada a través de su registro de la licencia de manejar y los investigadores llegaron directamente a su residencia, que allanaron, encontrando el revólver.
Por Miguel Cruz Tejada/elnuevodiario.com.do
Las víctimas, Maulana Akonjee de 55 años de edad y su ayudante Thara Uddin, de 64, acababan de salir de un servicio en la mezquita, en agosto de 2016, vistiendo todavía las túnicas y sandalias, cuando fueron ejecutados presuntamente por Morel, que niega los cargos.
El abogado de Morel, Michael Scwed, buscaba que el juez ordenara una investigación respecto a si el acusado, fue interrogado adecuadamente por la policía, pero el magistrado se negó.
Líderes de la comunidad islámica, presentes en el tribunal, aplaudieron y apoyaron la medida del magistrado.
“Estamos profundamente satisfechos de que el juez rechazara los alegatos sin fundamento de la defensa”, dijo el portavoz de la familia Albert Fox Cahn. “Estamos un paso más cerca de la justicia”.
Cahn dijo que las familias tratan de recuperarse de la muerte de Akonjee y Uddin.
“No hay palabras para explicar nuestra pérdida desgarradora”, dijeron sus familiares a través del clérigo Cahn.
“Estos hombres no sólo eran pilares de la comunidad, eran nuestros maridos padres y hermanos. La misma fe que ellos asumieron como su objetivo la época de nuestros ancestros, también nos da la fuerza para perseverarla”, dijo el clérigo.
Morel está programado para volver a la corte en mayo.
LOS ASESINATOS
Morel de 35 años de edad y acusado de asesinar al estilo ejecución a los líderes musulmanes en Queens, mantiene un hermético silencio sobre el motivo que habría tenido para presuntamente matar a los clérigos Mualama Akonjee y a su asistente Thara Uddin, con balazos en sendas cabezas y a quemarropa.
Su silencio, se ha convertido en un rompecabezas tanto para los investigadores de homicidios de la policía como para los fiscales de Queens, que están escarbando minuciosamente en las páginas de redes sociales y mensajes de textos del celular de Morel, para tratar de dar con alguna pista que los lleve al móvil de los homicidios.
Aunque la policía encontró el revólver presumiblemente utilizado por Morel en sendas ejecuciones y la prueba de balística, el video de seguridad y un testigo clave lo sitúan en la escena del crimen, en el sistema judicial de Estados Unidos, el móvil es una pieza fundamental para llegar al fondo del por qué.
Morel, que fue instruido de los cargos de asesinatos en primer grado y tenencia ilegal de un arma de fuego, podría ser condenado a cadena perpetua, si es declarado o si él se declara culpable de los homicidios de los musulmanes.
Para enredarles más la madeja a los investigadores, declaró a medios locales desde la cárcel de Rikers Island, que nunca ha odiado a los musulmanes y que no es él quien aparece en el video, matando a los líderes de la mezquita.
Su hermano Alvin Morel, escribió en su página facebook, que la familia es de una formación sólidamente católica y que “como todo el mundo, anidamos odio cuando el ataque a las torres gemelas el 9/11 de 2001, pero más de ahí, nunca hemos odiado a nadie y mucho menos por creencias religiosas”.
Añadía Alvin que la acusación contra su hermano, ha sorprendido no sólo a la familia, sino a todos los que lo conocen de cerca.
Reveló que la madre, señora Ana Morel, está padeciendo de cáncer.
Cientos de militantes musulmanes que se movilizaron en Queens y Brooklyn, exigiendo la pronta captura de Morel, calificaron los asesinatos como un crimen de odio por motivos religiosos y dijeron que “somos musulmanes, pero no el Estado Islámico”, en referencia al grupo terrorista sirio.
Los familiares de las víctimas, también insisten en que quieren oír a Morel, decir el motivo que tuvo para liquidar a los predicadores islámicos.
El primer abogado de Morel, Leonard Ira Reesler, un especialista en ese tipo de delitos y de origen judío, también ha defendido al sospechoso, diciendo que la fiscalía “no tiene evidencias sólidas para construir un caso ganable”.
El fiscal adjunto del distrito de Queens, calificó de “horrible y brutal” los asesinatos, añadiendo que la justicia está convencida en base a las pruebas, de que fue Morel el asesino de los musulmanes.
Una figura sombría de un hombre como agachado que aparece en el video de seguridad, moviéndose sigilosamente detrás de los clérigos que acababan de salir de la mezquita, no revela claramente si se trata de Morel, pero el vehículo que él abordaba y con el que atropelló a un diseñador de dibujos de tela, en una calle cuando se transportaba en una bicicleta, expone con claridad las descripción física y las característica del vehículo.
El ciclista, logró recuperar la lucidez y apuntar el número de la chapa, la que entregó a la policía.
La dirección de Morel, fue ubicada a través de su registro de la licencia de manejar y los investigadores llegaron directamente a su residencia, que allanaron, encontrando el revólver.
Por Miguel Cruz Tejada/elnuevodiario.com.do
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