Su presencia es debida al ingenio de unos avispados comerciantes. ¿Y qué ocurrió? ¿Y cuándo?
Durante el último cuarto del siglo XIX proliferaron los yacimientos de diamantes en Sudáfrica. La masiva extracción de estas piedras preciosas inundó el mercado, haciendo que los precios cayeran en picado.
Para salvar esta situación, un grupo de empresarios dedicados a la explotación de las minas sudafricanas decidieron unirse en 1888 creando la De Beers Consolidated Mines , compañía que disfrutó, desde su misma fundación, de una posición casi de monopolio.
Desde esta posición dominante intentaron convertir su producto en un producto de consumo a gran escala y se les ocurrió incorporar un diamante en los anillos de compromiso. Por supuesto otros anillos llevaban diamantes, pero su acierto fue el de la finalidad del anillo.
Así que diseñaron campañas publicitarias para crear la necesidad en las novias de un anillo con esta piedra preciosa, símbolo de lo duradero de la relación.
Pero la campaña publicitaria definitiva, la que tuvo tanto éxito que cambió los hábitos de los consumidores e introdujo un nuevo elemento cultural, fue la que en 1947 encargaron a la empresa de publicidad neoyorquina “N. W. Ayer & Son“. Una creativa de la compañía, Mary Frances Gerety, ideó un eslogan que todavía se utiliza en a actualidad.
‘Un diamante es para siempre’ (A diamond is forever)
A ver quién es el guapo que no lo ha escuchado nunca.
Este slogan conjugaba (y aún lo hace) 3 componentes:
-el status social.
-el símbolo del amor.
-la perdurabilidad.
Los anuncios mostraban a gente con glamur y posición social comprando y regalando diamantes, a jóvenes recibiendo exultantes de felicidad sus anillos con diamantes y también transmitían la idea de que el diamante era algo que era para siempre, eterno e indestructible.
Nota sabionda: En su afán publicitario llegaron a enviar representantes a los colegios y las escuelas de educación secundaria para explicar a las chicas adolescentes el valor de los diamantes.
Nota sabionda: Según la publicación especializada ‘Advertising Age‘, el eslogan ‘Un diamante es para siempre’ fue el mejor y más efectivo mensaje publicitario del siglo XX.....www.sabercurioso.es
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