El vicepresidente ejecutivo de Venezuela, Aristóbulo
Istúriz, aseguró ayer que, aunque no tiene pruebas, está convencido de
que el fallecido mandatario Hugo Chávez (1999-2013) que murió de cáncer a
principios de 2013 fue asesinado.
"Yo no lo puedo demostrar, pero yo tengo la absoluta convicción moral de que a Chávez lo mataron", dijo el vicepresidente a un grupo de partidarios en un acto de Gobierno transmitido por la televisión estatal VTV.
La muerte del líder socialista fue planeada, según Istúriz, porque la llegada de Chávez al poder y los logros sociales de su gestión, se convirtieron en "una referencia" para el mundo que permitió el surgimiento de la izquierda, especialmente en Europa.
"Por eso Chávez se convirtió en un blanco que había que eliminar", agregó Istúriz.
La idea de la "inoculación" del cáncer a Chávez la puso sobre la mesa el mismo líder venezolano en varias oportunidades durante los meses que padeció la enfermedad.
El propio Chávez llamó la atención sobre los diagnósticos de cáncer de varios lideres de la región entre los que se encontraba él, y la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff.
El actual presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, que sucedió a Chávez en el poder, ha dicho antes que tiene esa "convicción" de que al fallecido gobernante le "inocularon" el cáncer que le causó la muerte.
Chávez (1999-2013) murió el 5 de marzo de 2013 tras no poder superar un cáncer contra el que batalló durante cerca de dos años y del que no se conocieron mayores detalles.
Durante los tres años que Maduro lleva al frente del Gobierno venezolano ha denunciado varios complots y supuestos intentos de asesinato de los que ha señalado a sus opositores con la financiación de factores externos.
"Yo no lo puedo demostrar, pero yo tengo la absoluta convicción moral de que a Chávez lo mataron", dijo el vicepresidente a un grupo de partidarios en un acto de Gobierno transmitido por la televisión estatal VTV.
La muerte del líder socialista fue planeada, según Istúriz, porque la llegada de Chávez al poder y los logros sociales de su gestión, se convirtieron en "una referencia" para el mundo que permitió el surgimiento de la izquierda, especialmente en Europa.
"Por eso Chávez se convirtió en un blanco que había que eliminar", agregó Istúriz.
La idea de la "inoculación" del cáncer a Chávez la puso sobre la mesa el mismo líder venezolano en varias oportunidades durante los meses que padeció la enfermedad.
El propio Chávez llamó la atención sobre los diagnósticos de cáncer de varios lideres de la región entre los que se encontraba él, y la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff.
El actual presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, que sucedió a Chávez en el poder, ha dicho antes que tiene esa "convicción" de que al fallecido gobernante le "inocularon" el cáncer que le causó la muerte.
Chávez (1999-2013) murió el 5 de marzo de 2013 tras no poder superar un cáncer contra el que batalló durante cerca de dos años y del que no se conocieron mayores detalles.
Durante los tres años que Maduro lleva al frente del Gobierno venezolano ha denunciado varios complots y supuestos intentos de asesinato de los que ha señalado a sus opositores con la financiación de factores externos.
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