Los pacientes con síntomas de cólera, entre
ellos embarazadas, continuaban llegando ayer a la unidad especializada
habilitada en el hospital Juan Pablo Pina, de San Cristóbal, donde
desde hace una semana se desató un brote de la enfermedad diarreica que
afecta a por lo menos 10 sectores del municipio, con mayor énfasis en
el barrio Pueblo Nuevo.
Como medidas de control y prevención, el hospital dispuso el reforzamiento del personal que labora en la unidad y de las restricciones de acceso, mientras que la Dirección Provincial de Salud mantiene por lo menos 200 promotores haciendo visitas casa por casa en los barrios donde se registran casos enseñando a la gente a potabilizar el agua utilizando cloro y las medidas higiénicas que se deben adoptar.
No obstante, tanto el director del hospital, doctor Miguel Geraldino, como el director Provincial de Salud, Manuel Hilario, les preocupa la calidad del agua que se vende a granel en camioncitos cisternas, que es la que consume el 90 por ciento de la población que vive en esos barrios.
Hilario asegura que las muestras tomadas al agua embotellada y en las plantas de procesamiento de las mismas han dado libre a la bacteria Vibrio cholerae, causante del cólera, pero que se investiga la de los camiones cisternas que circulan por los barrios , ya que hay informes de que una vez se le termina el primer cargamento, acuden a suplirse directamente de tomas de ríos, que no pasan por procesos de potabilización.
Dijo que las pruebas hechas al agua suplida por Inapa muestran niveles adecuados de cloro. Señaló que se está orientando a la gente para que cuando compren agua a los camioncitos cisternas le echen las dosis recomendadas de cloro.
No obstante, señaló que el mayor problema lo constituye además la falta de recogida de basura, ya que en San Cristóbal hay vertederos en las calles, que cuando llueve las aguas arrastran la basura llevando contaminación. Como ejemplo señaló que próximo a la oficina de la Dirección Provincial hay tres vertederos improvisados donde la gente tira los desechos que produce en sus hogares.
Como medidas de control y prevención, el hospital dispuso el reforzamiento del personal que labora en la unidad y de las restricciones de acceso, mientras que la Dirección Provincial de Salud mantiene por lo menos 200 promotores haciendo visitas casa por casa en los barrios donde se registran casos enseñando a la gente a potabilizar el agua utilizando cloro y las medidas higiénicas que se deben adoptar.
No obstante, tanto el director del hospital, doctor Miguel Geraldino, como el director Provincial de Salud, Manuel Hilario, les preocupa la calidad del agua que se vende a granel en camioncitos cisternas, que es la que consume el 90 por ciento de la población que vive en esos barrios.
Hilario asegura que las muestras tomadas al agua embotellada y en las plantas de procesamiento de las mismas han dado libre a la bacteria Vibrio cholerae, causante del cólera, pero que se investiga la de los camiones cisternas que circulan por los barrios , ya que hay informes de que una vez se le termina el primer cargamento, acuden a suplirse directamente de tomas de ríos, que no pasan por procesos de potabilización.
Dijo que las pruebas hechas al agua suplida por Inapa muestran niveles adecuados de cloro. Señaló que se está orientando a la gente para que cuando compren agua a los camioncitos cisternas le echen las dosis recomendadas de cloro.
No obstante, señaló que el mayor problema lo constituye además la falta de recogida de basura, ya que en San Cristóbal hay vertederos en las calles, que cuando llueve las aguas arrastran la basura llevando contaminación. Como ejemplo señaló que próximo a la oficina de la Dirección Provincial hay tres vertederos improvisados donde la gente tira los desechos que produce en sus hogares.
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