“Le pido disculpas al señor Nicanor Peña, obispo de esta diócesis, le
pido disculpas al pueblo, porque nadie, absolutamente nadie puede hacer
que su hijo haga lo que uno quiere que haga”, así se expresó este
miércoles el padre del joven que ayer profanó la Basílica Nuestra Señora
de la Altagracia.
Jorge De la Rosa De la Cruz, padre de Jorge De la Rosa Caraballo
(Jorgito), de 24 años, pidió perdón a la Iglesia Católica y al país por
las acciones de su hijo y dijo además que este padece de problemas
mentales ya que estuvo interno en Higüey días antes de la profanación a
la Basílica.
“He oído por la radio y la televisión que todo el mundo dice que hay
que matarlo, que hay que hacerle qué sé yo, pero yo digo que lo mejor
sería que alguien trate de ayudarme, recomendándome un buen psiquiatra,
un buen médico, recomendándome algo, porque se trata de una persona
enferma”, subrayó.
Narró que hace tres meses su hijo se bautizó en la Iglesia Adventista
del Séptimo Día y que desde ese entonces comenzó a orar y ayunar de
manera continua, lo que le provocó un agotamiento físico que lo llevó al
hospital.
Aunque le advertía a su vástago que no podía ayunar tanto, éste le
respondía que estaba “buscando poderes”, por lo que no le hacía caso.
Dijo que el constante ayuno le provocó agotamiento físico y
problemas mentales, razón por la cual lo internaron en la clínica Cedano
de Higüey, dijo su padre .
“Él tenía problemas, por ejemplo, comenzaba a predicar y caía, porque
no tenía fuerza producto de los tantos ayunos”, manifestó De la Rosa De
la Cruz, quien también pertenece a la Iglesia Adventista del Séptimo
Día.
Según su padre, Jorgito estaba tan mal que el sábado se lo llevó a
vivir con él a San Pedro de Macorís, pero ya el lunes por la mañana se
le escapó de la casa, y tuvo que auxiliarse de la Policía y las
autoridades para poder encontrarlo.
Después lo llevó a Higüey a ver una hija de dos años que tiene y en
lo adelante no supo más de él hasta la acción en la Básílica en la
madrugada del martes.
El hecho
Fue la madrugada de este lunes cuando Jorge De la Rosa Caraballo, de
24 años, penetró en la Basílica Nuestra Señora de La Altagracia de la
provincia en Higüey y destruyó parte de su mobiliario.
El hecho ocurrió luego que se abrieran las puertas del templo,
momento que aprovechó el joven para subirse al trono de la Virgen y
empezó a tirar cosas desde allí, indicó monseñor Nicanor Peña, Obispo de
la Diócesis de La Altagracia.
"Actuó como un demonio, destruyó símbolos, la oficina del Obispo, banderas, crucifijos y micrófonos", narró.
Deploró que los agentes policiales y del Ejército que custodian el templo, no se encontraban en el mismo al momento del suceso.
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