Después de que consiguió que encarcelaran a su
expareja por agresión, por provocarle un aborto de un embarazo de ocho
meses e intento de feminicidio, Jhoanny Guerrero Tejada, de 32 años,
vive sumida en el miedo. El hombre será liberado en unos días y ella
teme que cumpla la amenaza de matarla que hizo desde la cárcel.
Atribulada cuenta que recibe llamadas telefónicas de su excompañero Reyes de los Santos Mora para avisarle que pronto estará en libertad y que su fin se acerca. Además de eso, tres hombres que tienen una fotografía suya la vigilan. Con Mora procreó dos hijos, un varón de10 años y una hembra de ocho y le angustia que también corran riesgos, por lo que clama a las autoridades, en especial a la fiscal de Santo Domingo, Olga Diná Llaverías, enterada del caso.
“He vivido un calvario, si a eso se le puede llamar vivir. Soporté todo este tiempo hasta que en octubre de 2012 lo saqué de la casa de mi mamá en la que vivíamos. El 17 de diciembre de ese año lo apresaron porque dijo que el 24 me mataba”, cuenta.
Se queja de la forma en la que el sistema judicial ha manejado su caso y denuncia que hasta su propia abogada Ana Sofía Castillo y la fiscal Gervacia Cid Martínez firmaron un acta de desistimiento sin su autorización. Asegura que el 5 de este mes la citaron para una audiencia pero el juez se quedó solo por 10 minutos con el acusado y sus familiares, y luego le informó que dictaría una condena de dos años con una garantía económica de RD$100, 000. Explica que Mora era en extremo agresivo y que le hirió la mano izquierda (es zurda) para que no terminara su carrera de Hotelería y Turismo.
Atribulada cuenta que recibe llamadas telefónicas de su excompañero Reyes de los Santos Mora para avisarle que pronto estará en libertad y que su fin se acerca. Además de eso, tres hombres que tienen una fotografía suya la vigilan. Con Mora procreó dos hijos, un varón de10 años y una hembra de ocho y le angustia que también corran riesgos, por lo que clama a las autoridades, en especial a la fiscal de Santo Domingo, Olga Diná Llaverías, enterada del caso.
“He vivido un calvario, si a eso se le puede llamar vivir. Soporté todo este tiempo hasta que en octubre de 2012 lo saqué de la casa de mi mamá en la que vivíamos. El 17 de diciembre de ese año lo apresaron porque dijo que el 24 me mataba”, cuenta.
Se queja de la forma en la que el sistema judicial ha manejado su caso y denuncia que hasta su propia abogada Ana Sofía Castillo y la fiscal Gervacia Cid Martínez firmaron un acta de desistimiento sin su autorización. Asegura que el 5 de este mes la citaron para una audiencia pero el juez se quedó solo por 10 minutos con el acusado y sus familiares, y luego le informó que dictaría una condena de dos años con una garantía económica de RD$100, 000. Explica que Mora era en extremo agresivo y que le hirió la mano izquierda (es zurda) para que no terminara su carrera de Hotelería y Turismo.
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