Dos niñas de ocho y nueve años de edad murieron luego de que,
supuestamente, su padre les diera veneno en la leche y posteriormente
éste se suicidara.
El hecho ocurrió la mañana de hoy cuando Julio Arias (Raúl), de 33 años, trasladó a sus hijas Raidienis y Yaidienis desde la calle 13 del sector San José Villa hasta el sector Río Mal, en Nagua, cuando la madre de las niñas, Dilania Ortega, viajó a la ciudad de Santiago, donde hacia negocios de venta de ropa.
El hecho ha consternado a los residentes de Nagua, quienes aseguran que la pareja estaba separada y que frecuentemente peleaban.
Daniel Arias, tío de Julio, dijo que él “se había pasado toda la noche aconsejando a su sobrino para que no cometiera una locura”, pero que esta mañana sucedió la tragedia.
Explicó que Dilania había temrinado la relación con su sobrino, quien no lo aceptaba.
El médico legista Carlos Martinó, junto al fiscal Braulio Duarte y la Policía, hicieron el levantamiento del cadáver de Julio, quien murió en el lugar donde ingirió el veneno.
A su vez, las dos niñas murieron en el hospital público Antonio Yapor. Los cuerpos de las menores están en la morgue del centro médico donde son evaluados para enviarlos al Instituto de Patología Forense en San Francisco de Macorís.
Una multitud abarrotó el hospital, consternados por la tragedia y buscando explicación sobre el hecho.
El hecho ocurrió la mañana de hoy cuando Julio Arias (Raúl), de 33 años, trasladó a sus hijas Raidienis y Yaidienis desde la calle 13 del sector San José Villa hasta el sector Río Mal, en Nagua, cuando la madre de las niñas, Dilania Ortega, viajó a la ciudad de Santiago, donde hacia negocios de venta de ropa.
El hecho ha consternado a los residentes de Nagua, quienes aseguran que la pareja estaba separada y que frecuentemente peleaban.
Daniel Arias, tío de Julio, dijo que él “se había pasado toda la noche aconsejando a su sobrino para que no cometiera una locura”, pero que esta mañana sucedió la tragedia.
Explicó que Dilania había temrinado la relación con su sobrino, quien no lo aceptaba.
El médico legista Carlos Martinó, junto al fiscal Braulio Duarte y la Policía, hicieron el levantamiento del cadáver de Julio, quien murió en el lugar donde ingirió el veneno.
A su vez, las dos niñas murieron en el hospital público Antonio Yapor. Los cuerpos de las menores están en la morgue del centro médico donde son evaluados para enviarlos al Instituto de Patología Forense en San Francisco de Macorís.
Una multitud abarrotó el hospital, consternados por la tragedia y buscando explicación sobre el hecho.
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