Cuando un equipo de listindiario.com vio estacionados sobre la acera, en
la intersección de las Avenidas Jiménez Moya e Independencia, un
vehículo y un motor, que dejaban disponibles escasos centímetros para
el tránsito de los peatones, lo primero que desearon sus integrantes
fue que llegara un AMET para que multara a los responsables. Y el AMET
llegó pero no para hacer valer la ley de tránsito.
La violación al área peatonal, por parte de los conductores de los dos vehículos, llamaba la atención porque estos se estacionaron justo frente a un letrero colocado por el Banco de Reservas, que tiene una sucursal en esa misma esquina. El letrero dice, específicamente, “No estacione en la acera”. La disposición, no obstante, sólo queda en el papel, o el plástico, porque los conductores se estacionaron, sin rubor, y ningún empleado de seguridad del banco se vio interesado en dar seguimiento a ese comportamiento.
Pacientemente, el equipo del Listín esperó por los dueños de los vehículos para tener la prueba del delito, debido a que, en estos días, la zona ha sido objeto de reclamos y protestas de los visitantes, porque las autoridades han limitado las áreas de estacionamientos en las calles aledañas al Congreso, la Suprema Corte de Justicia y el Ayuntamiento del Distrito Nacional.
La espera valió la pena y conllevó una sorpresa que puso en evidencia lo grave que es el problema de las violaciones a las leyes de tránsito en la República Dominicana. El motor que ocupaba el espacio por donde debían circular los peatones, muchos de los cuales se vieron obligados a tirarse a las calles, era de un agente de la Autoridad Metropolitana de Transporte, AMET. Él es la imagen viva de todo lo que nos falta para que el desastre en que se han convertido el transporte urbano en esta ciudad pueda mejorar.
No ha de extrañar que la mayoría de los conductores giren tomando el lado izquierdo pese a que el derecho esté disponible; que circulen en vía contraria y por encima de la acera; que violen los semáforos rojos o se detengan justo en el medio cuando la luz está verde. Porque si la propia autoridad viola la ley, ¿quién obliga a cumplirla? Por ejemplo ¿quién le pone la multa a este AMET?
La violación al área peatonal, por parte de los conductores de los dos vehículos, llamaba la atención porque estos se estacionaron justo frente a un letrero colocado por el Banco de Reservas, que tiene una sucursal en esa misma esquina. El letrero dice, específicamente, “No estacione en la acera”. La disposición, no obstante, sólo queda en el papel, o el plástico, porque los conductores se estacionaron, sin rubor, y ningún empleado de seguridad del banco se vio interesado en dar seguimiento a ese comportamiento.
Pacientemente, el equipo del Listín esperó por los dueños de los vehículos para tener la prueba del delito, debido a que, en estos días, la zona ha sido objeto de reclamos y protestas de los visitantes, porque las autoridades han limitado las áreas de estacionamientos en las calles aledañas al Congreso, la Suprema Corte de Justicia y el Ayuntamiento del Distrito Nacional.
La espera valió la pena y conllevó una sorpresa que puso en evidencia lo grave que es el problema de las violaciones a las leyes de tránsito en la República Dominicana. El motor que ocupaba el espacio por donde debían circular los peatones, muchos de los cuales se vieron obligados a tirarse a las calles, era de un agente de la Autoridad Metropolitana de Transporte, AMET. Él es la imagen viva de todo lo que nos falta para que el desastre en que se han convertido el transporte urbano en esta ciudad pueda mejorar.
No ha de extrañar que la mayoría de los conductores giren tomando el lado izquierdo pese a que el derecho esté disponible; que circulen en vía contraria y por encima de la acera; que violen los semáforos rojos o se detengan justo en el medio cuando la luz está verde. Porque si la propia autoridad viola la ley, ¿quién obliga a cumplirla? Por ejemplo ¿quién le pone la multa a este AMET?
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