Según reporte de la Organización Mundial de la
Salud (OMS), el tabaco mata a un millón de personas en América y a cinco
millones en el resto del mundo cada año.
Aunque el consumo de tabaco en Estados Unidos ha disminuido, en el resto del mundo ha aumentado significativamente.
En todo el hemisferio, el tabaquismo, incluyendo el humo de segunda
mano o ajeno, fue uno de los tres factores principales de riesgo y
contribuyó para 6.2 millones de defunciones en el 2010.
Aproximadamente 1,100 millones de adultos en el mundo fuman; de
ellos cerca del 80% vive en países de bajos y medianos ingresos como la
República Dominicana.
Fumar representa la principal causa evitable de muerte. De mantenerse
la tendencia actual, se estima que para el 2030 uno de cada seis
adultos morirá por causa del tabaco, es decir que 500 millones de
personas hoy vivas, eventualmente morirán como consecuencia del tabaco, y
lamentablemente el 50% de ellos lo hará en edades tempranas, perdiendo
de 20 a 25 años de vida productiva.
Es el único producto de consumo legal que mata entre un tercio (1/3) y
la mitad de sus consumidores, cuando es usado como lo indican los
fabricantes. La salud de un porcentaje importante de la juventud del
mundo está seriamente amenazada por sus mortales productos (Lancet
2006). En Estados Unidos se pierden 400,000 vidas al año debido al
consumo del tabaco. En Latinoamérica se estima que se suceden 150,000
muertes por año, debido al mismo vicio.
Se estima que para el año 2020 el tabaco será la mayor causa de
muerte y discapacidad, y matará a más de 10 millones de personas por
año, causando más muertes que el SIDA, accidentes de tránsito,
homicidios y suicidios, alcoholismo y drogas ilícitas, todos combinados.
Un tercio de la población mundial de 15 años y más fuman, siendo la
cantidad total de mil cien millones de fumadores en el mundo. De estos,
ochocientos millones pertenecen a los países en desarrollo. En el año
2025 los fumadores llegarán a 1,600 millones.
El hábito de fumar es causa de unas 25 enfermedades comprobadas, siendo sobre todo responsable de:
- El 30% de todas las cardiopatías coronarias;
- El 30% de todas las muertes por cáncer;
- El 90% de todos los casos de cáncer de pulmón;
- El 80-90% de todos los casos de Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) o Enfisema.
El tabaco es responsable de:
- 70% de cáncer en la laringe;
- 50% de cáncer en la boca;
- 30-40% de cáncer de vejiga;
- 30% de cáncer de páncreas.
Los no fumadores que conviven con fumadores tienen un riesgo 35 veces
mayor de contraer cáncer de pulmón que aquellos que no conviven con
fumadores. En el mundo unos cien mil niños y jóvenes por día se
convierten en fumadores. Son los que la industria tabacalera denomina
como sus “fumadores de reemplazo”, porque van sustituyendo a los que
desaparecen prematuramente.
Está demostrado que la mortalidad por enfermedades cardiovasculares
aumenta en los fumadores.El 29% de las muertes por enfermedades
coronarias son debidas al tabaquismo.
El mantenimiento del hábito de fumar tras haber padecido un infarto
al miocardio, puede producir nuevos eventos. Los que dejan de fumar
evidencian una reducción del 30 y el 40% a los cinco años, con respecto a
los que siguen fumando.
La nicotina
¿Cómo afecta la nicotina el sistema cardiovascular? La nicotina es un
producto altamente adictivo, más que la cocaína y la heroína, su uso
durante la niñez y la adolescencia puede llevar a toda una vida de
dependencia del tabaco.
La nicotina, componente principal del tabaco, es un alcaloide
líquido, incoloro, volátil, soluble y muy tóxico, que aumenta la presión
arterial y el gasto cardíaco, incrementa los ácidos grasos libres y la
secreción de cortisol y, al igual que el monóxido de carbono, ha sido
relacionado con el daño al endotelio de las arterias.
Cuando se absorbe la nicotina, ésta pasa a la sangre y circula junto
con ella hasta llegar al cerebro. A su paso por los vasos sanguíneos, la
nicotina va reduciendo el diámetro interno de las arterias, así como la
cantidad de sangre que llega al corazón, aumentando la necesidad de
oxígeno del cuerpo. Esto provoca una aceleración de los latidos
cardiacos y elevación de la presión arterial.
¿Cuál otro efecto tiene el tabaco en el sistema cardiovascular?
El tabaco facilita la permeabilidad de los lípidos (grasas) elevando
la cifra de colesterol total y disminuyendo las cifras de colesterol HDL
(bueno); ambos procesos facilitan la acumulación de grasa en el
endotelio formando placas de ateromas.
¿Algún otro efecto? El tabaco también produce alteración de la
coagulación sanguínea y aumento del fibrinógeno, lo cual facilita la
producción de trombosis en las arterias coronarias con mayor facilidad.
El tabaco aumenta el gasto cardiaco y la carboxihemoglobina, ambos
procesos disminuyen el aporte de oxígeno al corazón.
¿En caso de ser mujer? Si una mujer, además de fumar utiliza
anticonceptivos orales, el peligro de infarto del miocardio es mayor.
También se ha demostrado que, el cigarrillo adelanta el período de
menopausia comparado con las que no fuman.
MUJER
Los estudios establecen que si una mujer, además de fumar utiliza
anticonceptivos orales, el peligro de sufrir infarto del miocardio es
mayor.
(+)
EL TABACO ES PERJUDICIAL PARA LA SALUD
El 21 de mayo de 2003 en su 56 Asamblea Mundial de la Salud, la
Organización Mundial de la Salud (OMS) presentó un “Convenio Marco” para
el control del tabaco, con miras a proteger a las generaciones
presentes y futuras del consumo de tabaco y de la exposición al humo del
mismo, motivada por la gran preocupación que ocasiona el importante
aumento del número de personas que cada día se incorporan al hábito de
fumar o que de alguna otra manera consumen tabaco en todo el mundo. Todo
esto bajo el convencimiento de que este Convenio representa una
iniciativa pionera tanto en el plano nacional, regional, como el
internacional y mundial, encaminado a proteger la salud humana de los
efectos devastadores del consumo de tabaco y de la exposición al humo
del tabaco, con consecuencias sanitarias, sociales, ambientales y
económicas.
El artículo 8 del Convenio Marco de la Organización Mundial de la
Salud (OMS) para el control del tabaco, es muy enfático cuando señala
“La ciencia ha demostrado de manera enérgica que la exposición al humo
del tabaco es causa de mortalidad y discapacidad”, por lo tanto urge
tomar medidas eficaces de protección contra el contacto al humo del
tabaco en lugares de trabajos en interior (oficinas), lugares públicos
cerrados (hospitales, restaurantes, bares, etc.), medios de transporte
público y otros lugares de convivencia.
En el humo del tabaco existen más de 4,000 sustancias en forma
gaseosa o en forma de partículas, como los hidrocarburos poliaromáticos,
aldehídos y otros compuestos orgánicos e inorgánicos.
lunes, 5 de junio de 2017
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