Según relata Lorenzana, de 33 años, en un reportaje fotográfico en la revista Village Voice, la empresa la forzó a que dejara su trabajo porque sus compañeros consideraban que llamaba mucho la atención con su forma de vestir y causaba distracciones. Ella defiende que vestía de forma adecuada.
El abogado de Lorenzana, Tuckner Jack, defiende a su cliente. "Es como decir que como sus compañeros no pueden pensar porque están excitados, que es ella la que tiene que cambiar su conducta para que sus compañeros se centren''. Jack asegura tener pruebas de la reunión en la que los dos supervisores de Lorenzana le dijeron que sus pantalones eran muy apretados.
En un escueto comunicado, Citigroup considera que la demanda "no tiene sentido" y que "nos defenderemos vigorosamente contra ella". El litigio comenzó en diciembre de 2009 y se suma a otros similares que se han interpuesto contra algunas de las mayores entidades de Estados Unidos.
A principios de este año, Citigroup y Goldman Sachs han recibido diferentes querellas por parte de varias trabajadoras quienes aseguran haber sido degradadas de sus puestos tras quedarse embarazadas.
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