El presidente estadounidense, Barack Obama,
confirmó hoy la muerte del embajador de EE.UU. en Libia, Chris Stevens, y
de otros tres norteamericanos en el ataque contra el consulado de su
país en Bengasi.
"Condeno enérgicamente el atroz ataque a nuestras
instalaciones diplomáticas en Bengasi, que ha arrebatado las vidas de
cuatro estadounidenses, incluido el embajador Chris Stevens", afirma
Obama en una declaración distribuida por la Casa Blanca.
"En estos
momentos los estadounidenses tenemos en nuestras oraciones a las
familias de quienes hemos perdido", añade Obama. "Ellos ejemplifican el
compromiso de Estados Unidos con la libertad, la justicia y la
colaboración con países y pueblos en todo el mundo, que contrastan con
quienes cruelmente tomaron sus vidas".
El presidente agrega que se
han tomado medidas para la protección del personal estadounidense en
Libia y "para aumentar la vigilancia en nuestros puestos diplomáticos en
todo el mundo".
"Estados Unidos rechaza los esfuerzos para
denigrar las creencias religiosas de otros, pero todos debemos
oponernos, sin equívocos, al tipo de violencia insensata que quitó la
vida a estos empleados públicos", continúa.
El ataque contra el
consulado en Bengasi se produjo tras una protesta frente a la sede del
consulado por un vídeo realizado en EE.UU. y que supuestamente ofendía a
Mahoma.
Obama describe al embajador Stevens como "un representante valiente y ejemplar de Estados Unidos".
Recuerda
que, durante la revolución libia, "sirvió desinteresadamente a nuestro
país y al pueblo libio en nuestra misión en Bengasi" y que, como
embajador en Trípoli "apoyó la transición de Libia a la democracia".
"Estoy
profundamente agradecido por su servicio a mi Administración y
sumamente entristecido por esta pérdida", añade la declaración del
presidente estadounidense.
"Los valientes americanos que hemos
perdido representan el extraordinario servicio y sacrificios que
nuestros civiles hacen cada día en todo el mundo", según Obama.
"Mientras permanecemos unidos a sus familias, redoblemos nuestros esfuerzos por continuar su trabajo", concluye el presidente.
Por
su parte, en otro comunicado, la secretaria de Estado, Hillary Clinton,
expresó su "tristeza profunda" por la noticia de la muerte de los
cuatro funcionarios estadounidenses en Libia, y se refiere a dos de
ellos, el embajador Stevens y a Sean Smith, a quien identifica como
empleado de información.
Stevens, con 21 años de servicio
diplomático para EE.UU. "murió anoche por las heridas que sufrió en el
ataque contra nuestra oficina en Bengasi", confirma la declaración de
Clinton.
"Tuve el privilegio de asistir a la toma de posesión de
Chris en Libia hace apenas unos meses", recuerda la Secretaria de
Estado.
"Habló con elocuencia de su pasión por el servicio, por la diplomacia y por el pueblo libio", añade.
"Este
cometido era sólo el último en más de dos décadas de dedicación a la
tarea de estrechar los lazos entre los pueblos de Oriente Medio y el
Norte de África que comenzó como voluntario de los cuerpos de paz en
Marruecos".
Cuando el conflicto en Libia se extendió, prosigue
Clinton, "Chris fue uno de los primeros estadounidenses sobre el terreno
en Bengasi".
"Arriesgaba su vida para ayudar al pueblo libio a sentar las bases de una nación nueva y libre", añade la Secretaria de Estado,
"Todos los estadounidenses que perdimos en los ataques de ayer hicieron el sacrificio último".
"Condenamos
este ataque violento y perverso que se cobró sus vidas, vidas que ellos
habían dedicado a ayudar a que el pueblo libio alcance un futuro
mejor", según Clinton.
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