Arizona/AP - Estados Unidos suspendió
los vuelos de devolución a México de personas detenidas tras ingresar a
territorio estadounidense sin autorización legal bajo el mortífero sol
veraniego de los desiertos de Arizona, una medida que pone fin a un experimento de siete años que le costó casi 100 millones de dólares a los contribuyentes.
Más
de 125,000 personas fueron enviadas gratuitamente por avión de regreso a
México desde 2004, en un esfuerzo que inicialmente fue recibido con
escepticismo por funcionarios mexicanos y por los propios inmigrantes,
pero que fue aceptado gradualmente como una forma de ayudar a las
personas a salir adelante y salvar vidas.
La Patrulla Fronteriza lo
elogió como una manera de desalentar a los migrantes a volver a
intentar el cruce, y parece haberlo logrado con muchos, al menos por un
tiempo corto.
Sin embargo, con los arrestos
de la Patrulla en sus niveles más bajos en 40 años y nuevas pruebas que
indican que más personas están dirigiéndose al sur de la frontera común
que al norte, las autoridades tuvieron problemas para llenar los vuelos y
encontraron cada vez más difícil justificar los costos.
Los
vuelos, que llevaban un máximo de 146 pasajeros, fueron reducidos de
una frecuencia de dos diarios el año pasado a uno solo. Este verano
boreal no hubo ninguno.
"Todo se reduce a
dólares y centavos", dijo George Allen, subjefe del sector de la
Patrulla Fronteriza en Tucson. "Estamos topándonos con una sociedad más
preocupada por presupuestos, especialmente con el gobierno".
En
un esfuerzo para mantener activos los vuelos, las autoridades
estadounidenses propusieron incluir a mexicanos que cometieron delitos
cuando vivían en EE.UU. El gobierno mexicano rechazó la idea de sentar
delincuentes junto a familias, ancianos y personas frágiles que cruzaron
la frontera en busca de trabajo.
"De entrada, te puedo decir que Mexico no
iba a permitir, ni permitira, que se puedan dar ese tipo de
repatriacion, cuando la seguridad de las familias va por medio ", dijo
Juan Manuel Calderón, cónsul mexicano en Tucson.
Los
negociadores estadounidenses y mexicanos también analizaron cambiar la
ruta para que vaya de El Paso, Texas, donde muchos mexicanos con
antecedentes penales están detenidos, al central estado mexicano de
Guanajuato. En el pasado, la ruta ha sido desde Tucson hasta Ciudad de
México.
Los vuelos podrían reanudarse, pero no este año, dijeron funcionarios de ambos países.
Los vuelos del Programa de Repatriación al Interior Mexicano transportaron
a 125,164 pasajeros, a un costo de $90.6 millones, desde 2004, o un
costo promedio de $724 cada uno, según el Servicio de Inmigración y
Aduanas.
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