viernes, 15 de julio de 2011

El asesino guardó los pies del niño en el congelador.

Fuente: EL MUNDO.es
En el congelador, cortados y en bolsas de plástico, estaban los dos pies de Leiby Kletzky, el niño de ocho años que había desaparecido dos días antes en Borough Park, el barrio de los judíos ortodoxos

NUEVA YORK.-La Policía encontró la puerta entreabierta y se topó con Levi Aron en su cuarto y sin camisa. "¿Sabes por qué estamos aquí? ¿Dónde está el niño?", le preguntaron. Y Aron apuntó sin abrir la boca hacia la cocina. La nevera estaba llena de regueros de sangre; los agentes la abrieron...

En el congelador, cortados y en bolsas de plástico, estaban los dos pies de Leiby Kletzky, el niño de ocho años que había desaparecido dos días antes en Borough Park, el barrio de los judíos ortodoxos que ha sido escenario de uno de los crímenes más macabros que recuerda Nueva York.

El asesino reveló que el resto del cuerpo descuartizado del niño estaba dentro de una maleta roja, a unos dos kilómetros de allí, en el barrio de Sunset Park en Brooklyn. No dijo nada más cuando se lo llevaron esposado, el día de su 35 cumpleaños y ante la estupefacción de sus vecinos, que se habían volcado infructuosamente en la búsqueda del niño desde su desaparición el lunes pasado.

"La ciudad está en estado de 'shock'", confesó el alcalde Michael Bloomberg, horas después del multitudinario funeral por el niño en las calles de Borough Park, tomadas por miles de judíos jasídicos llegados de todo el estado de Nueva York. "Gracias, Dios, por todo el tiempo que me diste junto a él", fueron las palabras lastimeras del padre, Nachman Kletzky.

La Policía, entre tanto, sigue interrogando a Levi Aronen la búsqueda de un porqué. El asesino, según sus interrogadores, ha dado muestras de "inestabilidad mental" y ha respondido de un modo muy incongruente hasta el momento. En el momento de admitir su culpabilidad, Aron confesó que lo había matado "por un ataque de pánico", al saber que había miles de judíos ortodoxos buscándolo y que se había ofrecido incluso una recompensa de 125.000 dólares a quien diera con su paradero.

El asesino aseguró que el primer día estuvo varias horas en coche con el niño y que le llevó incluso a una boda en un pueblo. El día siguiente, según su testimonio, decidió atarlo en una silla para que no se escapara, pero no llegó a abusar de él. Lo mató sofocándolo con una toalla, y luego decidió despedazar su cadáver para deshacerse más fácilmente de él.

Un dependiente de una ferretería

Hasta hace cuatro días, Levi Aron era un anónimo y taciturno dependiente de una ferretería en Borough Park. Dos veces casado y otras tantas separado y sin hijos. Considerado por familiares y vecinos como "raro", "callado" y "explosivo", pero sin más antecedentes que una multa por orinar en la vía pública. Cumplidor con los preceptos religiosos, pero abonado a la cultura "pop" y seguidor de Lady Gaga, Katy Perry y demás famosas en Facebook.

Sus vecinos, eso sí, habían avisado a las patrullas locales del Shomrim (integradas por grupos de voluntarios jasídicos) sobre el extraño hábito de Levi Aron de merodear en los parques e invitar a los niños "a dar una vuelta" en su destartalado Honda. En su coche acabó precisamente el pequeño Leiby Klezky, que tuvo la mala suerte de preguntarle en plena calle cuando se perdió en el camino de vuelta a casa, tras salir del campamento de verano en la escuela Yeshiva Boyan.

"Ocurrió por suerte y fue un terrible golpe del destino para el niño", aseguró el comisario-jefe de Policía de Nueva York Raymond Kelly. La Policía ha comprobado que el asesino hizo incluso esperar en plena calle al niño durante siete minutos, mientras acudía a la consulta de un dentista a pagar la factura. Un vídeo de seguridad instalado en la acera captó el momento en que Aron salía de la consulta y los dos cruzaban la calle.

La Policía obtuvo el vídeo el martes por la tarde y logró la dirección del entonces sospechoso gracias a la consulta del dentista. Más de una veintena de agentes rodearon el edificio empuñando sus pistolas y pidieron que se entregara sin oponer resistencia desde las escaleras. Encontraron la puerta a medio abrir y preguntaron: "¿Dónde está el niño?". Demasiado tarde.

No hay comentarios: