viernes, 7 de enero de 2011

Policía mexicana arresta dos personas por decapitación.


TIJUANA, México (AP) — Dos presuntos narcotraficantes fueron arrestados el jueves por presuntamente decapitar a un hombre que les adeudaba dinero y colgar su cabeza de un puente en la ciudad fronteriza de Tijuana.

Joel Barriga y Alfredo Avila confesaron haber matado a Ramses Mendoza, dijo el procurador de justicia del estado de Baja California, Fermín Gómez.

Los dos hombres tenían siete fusiles de asalto cuando fueron capturados, agregó Gómez.

Mendoza, de 30 años, fue reportado como desaparecido la semana pasada y su cabeza cercenada fue encontrada el lunes. Sus asesinos colgaron la cabeza llena de impactos de bala desde un puente, utilizando un aro metálico y un cuerda de nailon.

También el jueves, fueron encontrados los cadáveres de dos hombres con disparos de arma de fuego dentro de la cajuela de un automóvil estacionado afuera del Hospital General de Tijuana. Tenían atadas manos y pies y los cuerpos presentaban señales de tortura, según un reporte de la policía estatal.

Hombres con pistolas atacaron más tarde a tres hombres que pasaban en un vehículo por un centro comercial de la ciudad, matando a uno de ellos e hiriendo a los otros dos .

La violencia de presuntas bandas de narcotraficantes había menguado bastante en Tijuana después de enero del 2010, cuando se realizó la captura de Teodoro "El Teo" García Simental, uno de los dos reputados jefes delictivos que presuntamente se habían empeñado en una sangrienta batalla territorial en la ciudad ubicada frente a San Diego.

Pero ha habido una serie de decapitaciones y balaceras desde que el presidente Felipe Calderón visitó Tijuana en octubre y calificó a la ciudad como una historia de éxito en sus cuatro años de guerra contra los cárteles de drogas. La violencia continúa abajo de sus niveles del 2008, cuando la guerra territorial alcanzó su clímax, y Tijuana sigue estando más en calma que otras ciudades fronterizas del noreste de México.

El jueves, Calderón dijo a la prensa local que aunque el 2010 ha sido el año más violento desde que asumió el cargo, los homicidios comenzaron a descender en las últimas semanas del año, tras alcanzar su clímax a mediados del año.

"Ya pasamos la cresta de la ola", agregó.

El la ciudad de Monterrey, hombres armados atacaron el jueves con ametralladoras una prisión y lanzaron al menos una granada que no explotó; nadie resultó herido.

Jorge Domene, un vocero de seguridad del estado de Nuevo León, donde se ubica Monterrey, dijo que el ataque no parecía un intento de liberar reos de la prisión de Topo Chico, sino un acto para intimidar a las autoridades.

También el jueves, hombres mataron a balazos al jefe de policía del poblado de Taretán, en el estado de Michoacán.

Francisco Aparicio Méndez conducía con su mujer e hijos por una carretera cuando hombres con armas de fuego que viajaban en otro vehículo lo obligaron a detenerse. El jefe policial salió de su automóvil y fue asesinado con fusiles de asalto. Los atacantes huyeron sin lastimar a su familia.

Taretán está ubicado justo al sur de la ciudad de Uruapan en un área dominada por el cártel de drogas La Familia, el cual ha atacado frecuentemente a la policía y las autoridades de gobierno.

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