martes, 4 de enero de 2011

Muerte de haitiano enciende diferencia con dominicanos

Por Miguel Ponce

Santiago.-La muerte a machetazos y pedradas de un hombre de nacionalidad haitiana, atizó este martes los ánimos en la comunidad Hato Mayor, al sureste de Santiago, donde sus moradores reclaman la salida de estos nacionales, sin importar que estén documentados.

Las diferencias son tales, que las pensiones que se mantienen vacías son negadas a los haitianos, al margen de si son estudiantes o trabajadores legales.

Aunque el conflicto fue generado entre los propios compatriotas por una vieja disputa, los residentes de Hato Mayor advierten que sacarán por las buenas o por las malas a los haitianos, que dicen se refugiaron en la barriada huyendo a la persecución que en la pasada semana anunciaron los representantes de juntas de vecinos de San José y La Mina.

La victima identificada como Yerimo Oguistar, de 37 años de edad, fue ultimada por Daniel Felipe (El Cacú), domínico-haitiano.

En tanto que Juan Bion, otro de los extranjeros en el lugar, dijo que ha resistido todos los atropellos cometidos y afirma que las acusaciones contra sus compatriotas son falacias inventadas por “uno o dos chivatos”.

“Nosotros en las pensiones donde estamos alojados los haitianos vivimos como perros y no es porque nosotros contaminamos la cañada, sino que son dominicanos drogadictos de los que llaman piperos que lanzan la basura en el afluente, luego nos culpan a nosotros cuando la verdad es que nadie aguanta ese vaho”, apunta Bion.

Niega que los haitianos que salieron de La Mina se establecieran en Hato Mayor como denuncian los vecinos, quienes aseguran que en menos de cinco días alrededor de 500 personas ocuparon parte de las pensiones.

María de la Cruz Zapata, atribuye todos los males sanitarios a la forma en que viven.

“Que los recojan toditos y se los lleven, ya no aguantamos más que nos sigan tirando basura, excrementos y toda maleza”, apunta de la Cruz.

En tanto que Domingo Antonio Severino afirmó que a medida que ingresan nuevos extranjeros, prácticamente se ha formado un batey, donde supuestamente operan puntos de drogas, acusación que es negada por los haitianos.

Severino, quien atiende una pensión, dijo que decidió no alquilar a los haitianos las habitaciones como forma de impedir que siga creciendo esa comunidad en Hato Mayor. Cree que Migración debe comenzar a hacer su trabajo e iniciar la repatriación.

La pasada semana, en el sector San José y La Mina, al menos 600 personas, algunos haitianos nacidos en territorio dominicano, tuvieron que salir huyendo ante la amenaza de los representantes de las juntas de vecinos de sacarlos por la fuerza.

El plazo establecido fue dejado sin efecto, tras un acuerdo que permitió buscar formas de entendimiento. Los más afectados son los trabajadores y estudiantes universitarios ultrajados como si cometieran algún tipo de delito.

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