viernes, 14 de enero de 2011

Fuego destruye casa de una humilde doméstica.


Fausto H. Moreno
Monte Plata

Lágrimas brotaron de los ojos de Gloria Mireya Marte (doña Ramona), cuando contaba la forma en que un incendio destruyó su vivienda, la que levantó con el dinero ganado fruto de 30 años de labores domésticas.

Doña Ramona no podía creer cuando sus vecinos le informaron que las llamas devoraron su casa y con las manos en la cabeza, enmudeció por unos segundos y luego irrumpió en llanto.

Había salido el día anterior de la tragedia (el lunes pasado) a Santo Domingo a cumplir con su trabajo como encargada de servicio de una residencia en la capital. Esta mujer de 52 años y de extracto social muy humilde, salió de aquí para la capital hace 30 años, con la esperanza de poder construir su vivienda y ayudar a mantener a su madre. No tuvo hijos biológicos, pero logró criar tres adoptivos.

“Todo ocurrió tan rápido que no dio tiempo a nada, las llamas se expandieron como relámpago, intentamos hacer algo, pero fue inútil, llamamos a los Bomberos, pero cuando éstos llegaron todo estaba destruido”, dijo Manuel Mieses Jiménez, vecino de la casa siniestrada, ubicada en el Cruce de Boronga número 55. El fuego redujo todo a cenizas incluyendo los ajuares del hogar. Ella culpa a Ede- Este del incendio.

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