domingo, 19 de diciembre de 2010

Se esfuma el sueño...

Antonieta Cádiz/La Opinión

WASHINGTON, D.C. — Las huelgas de hambre, los arrestos, las historias de estudiantes destacados con la amenaza de ser deportados, las marchas y protestas; nada sirvió. Los jóvenes vieron ayer cómo el proyecto de ley DREAM, murió en el Senado, sin contemplaciones.

Los 55 votos a favor y 41 en contra marcaron un nuevo fracaso para la propuesta, cerca de las 11AM. En números claros: un 90% de la coalición azul, versus un 7% de la bancada roja.

Cinco demócratas y 36 republicanos se opusieron a la medida. Entre los votos a favor figuraron 52 demócratas y 3 republicanos.

Un número insuficiente a pesar de que esta vez, el proyecto contenía provisiones más restrictivas para capturar a legisladores más moderados.

Asimismo, hubo cuatro senadores ausentes que no se pronunciaron. Entre ellos Orrin Hatch (R-UT) uno de los legisladores que auspiciaron versiones anteriores del proyecto de ley.

Las galerías repletas de estudiantes esperaron el voto con ansiedad. Con las manos tomadas escucharon un veredicto difícil de enfrentar. Un momento que dio paso a un largo silencio.

Las lágrimas, los abrazos y los pésames, inundaron los pasillos del Senado. Muchos de los jóvenes no podían hablar. Un estado, que después de unos minutos se transformó en un mensaje claro: "quienes votaron en contra traicionaron a sus comunidades y lo lamentarán en las elecciones".

Así lo dijo una de las líderes de United We Dream, Gaby Pacheco, "Hutchinson traicionó a su comunidad, a los jóvenes que lo único que querían era compartir sus historias con ella", enfatizó, refiriéndose de la misma forma sobre el senador George Lemieux (R-FL).

Junto a ella estaban decenas de estudiantes. Entre ellos Bernard Pastor, quien viajó desde Ohio, luego de pasar un mes en un centro de detención, con una orden de deportación sobre su cabeza.

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