Por: Noticias SINSANTO DOMINGO, República Dominicana.- Hace poco menos de dos semanas, las autoridades de la Dirección General de Minería anunciaron el hallazgo de una emanación de petróleo a unos siete kilómetros del centro del municipio de Higüey.
El descubrimiento lo hicieron campesinos de la zona unos seis meses atrás. Estos avisaron a un regidor, quien dio la voz de alerta a Minería, quien admite que inicialmente no le dio importancia, aunque ya en una segunda visita a la zona, tomaron muestras para enviarlas al extranjero.
El pasado 22 de septiembre las autoridades de Minería anunciaron el hallazgo de una emanación de petróleo en el paraje Las Limas.
La noticia ha causado revuelo entre los lugareños, que desde entonces visitan masivamente el lugar. Para unos el anuncio representa una esperanza, mientras que para otros, no pasa de ser una bola de humo.
Es precisamente lo que impulsa a los munícipes de Las Limas, en Higüey, a dirigirse a las cercanías del río, tras el anuncio de la presencia de unas emanaciones de petróleo a sus orillas.
La noticia ha corrido como pólvora y vienen a confirmarla con sus propios ojos.
Entre los curiosos hay quienes afirman haber recogido muestras y hasta describen su aspecto y su olor.
En compañía de Octavio López, director de Minería, nos dirigimos a Las Limas, un paraje localizado a unos siete kilómetros del centro de Higüey, para presenciar el hallazgo anunciado por la dependencia del Ministerio de Industria y Comercio.
Las fuertes lluvias caídas en los últimos días en la zona, provocaron un aumento en el caudal del río Sanate, lo que impidió encontrar, dentro del agua, el lugar exacto de la salida del hidrocarburo.
El geólogo Osiris de León es tajante en su planteamiento, y considera imposible la existencia de petróleo en la parte oriental de la isla.
“El anuncio que ha hecho la Dirección General de Minería respecto al hallazgo de un deposito petrolífero próximo al río Sanate en la provincia La Altagracia, no responde a un estudio geológico, ni a un estudio geofísico, ni a una perforación, ni a una prospección valida eso es simplemente una cortina de humo que ha sido lanzada”, expresó el geólogo.
El hallazgo no solo ha entusiasmado a la población higüeyana, los miembros de la Cámara de Diputados aprobaron una resolución declarando de interés nacional las emanaciones.
Juan Julio Campos, representante de la provincia La Altagracia en la cámara baja, espera que las buenas nuevas sean una realidad, para una nación que consume 155 mil barriles de petróleo diarios.
Mientras que Osiris de León asegura que el Estado Dominicano ha hecho caso omiso a ofertas que buscan extraer oro negro en suelo quisqueyano.
Para el director de Minería, no cabe duda de que en Higüey brota un petróleo de mejor calidad que el de Azua.
Esto lo confirman los datos arrojados por el estudio realizado en los laboratorios GH Geochemical Services, de Inglaterra.
La Dirección General de Minería está a la espera de la aprobación necesaria para firmar un acuerdo con la empresa MD Oil, también de Inglaterra, en el que la compañía coordinará la realización de los estudios requeridos para confirmar si en la zona hay hidrocarburo en cantidades explotables.
Pero ¿Afectaría al turismo una posible explotación petrolera en Higüey?.
La noticia de que existe petróleo en Higüey ha causado revuelo en diversos sectores, pero esta no es la primera vez que en el país se habla de la posibilidad de yacimientos del llamado oro negro.
En los últimos 100 años se han perforado en la Republica Dominicana más de 70 pozos exploratorios, algunos han producido petróleo y otros han mostrado indicios de la presencia de hidrocarburos.
En 1872, William Gabb reportaba la existencia de petróleo en Azua. En una correspondencia editorial enviada el 20 de abril de ese año, decía: “La fuente aparece como un charco estancado y sin movimiento que echa el fluido a través de un grueso deposito de guijas”.
En 1883, en las memorias del cónsul español Ricardo Palomino, se reseñaba: “Existen asimismo aguas minerales de propiedades termales, así como manantiales de petróleo en la provincia de Azua”.
En 1888, José Ramón Abad, por ordenes del ministro de Fomento y Obras Publicas, Pedro Garrido, redactó una reseña geográfico estadística del país, destacando: “Hay evidentes señales de la existencia de trasudaciones abundantes para establecer una explotación”.
Ya en el siglo 20, en el año 1905, la compañía Lancaster y Kreider perforó seis pozos en Higuerito de Azua.
Entre 1920 y 1922 la compañía de Inversiones Santo Domingo, subsidiaria de la Compañía Petrolera Inter-Oceánica perforó tres pozos en las inmediaciones de de la misma zona.
En 1927, la Compañía Antillana perforó el décimo pozo de Higuerito.
Para 1939, la Compañía Petrolera Dominicana perforó el pozo Maleno I, también en Azua.
De 1943 a 1946 la misma empresa perforó ocho pozos en el área, todos con resultados negativos.
Entre 1957 y 1958 la Compañía Azuana de Petróleo perforó seis pozos en Higuerito y Maleno, encontrando gas y petróleo en dos de ellos.
En los dos años siguientes esa misma empresa perforó once pozos más, registrándose gas y petróleo en dos de ellos.
En 1969 y 1970 la empresa Dyna-Ray Recursos Internacionales-Gas y Petróleo Dominicana, perforó siete pozos en Higuerito y Maleno encontrando gas y petróleo en los primeros cinco.
Osiris de Leon teme que se creen expectativas que luego terminen desilusionando a la población.
El director de Minería asegura que previo al descubrimiento de hidrocarburo en el río Sanate, ya había recibido ofertas para realizar estudios en todo el territorio nacional.
La posibilidad de una emanación explotable ha intranquilizado a quienes piensan que la explotación terminaría con el turismo, la principal fuente de recursos de la provincia La Altagracia.
Será este martes cuando la Asociación Nacional de Hoteles
y Restaurantes se reúna para tratar el tema.
Mientras tanto, los higüeyanos siguen visitando la zona y mantienen su fe en que la explotación de petróleo se materialice.
Aunque ya tienen la oferta de una firma inglesa para la realización de estudios de factibilidad, el Estado, a través de la Dirección General de Minería, se propone dividir el país en bloques, para licitarlos entre las compañías interesadas en explorar las diferentes cuencas.
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