domingo, 10 de octubre de 2010

Granderson y Berkman hacen olvidar a Damon y Matsui .


Redacción EE.UU.(EFE).- La salida del jardinero central Johnny Damon y el bateador designado japonés Hideki Matsui, de los Yanquis de Nueva York, hizo pensar que los actuales campeones de la Serie Mundial iban a tener problemas a la hora de encontrar a los profesionales que aportasen su producción ofensiva.

La respuesta la dieron los directivos de los Yanquis con las contrataciones del jardinero Curtis Granderson para que iniciase la temporada en el puesto de Damon y en agosto consiguieron a Lance Berkman para ser el Matsui que les ayude en la fase final de la competición, a la que estaban seguros iban a llegar.

Ambos han tenido una adaptación perfecta al estilo de juego de los Yanquis y además en el momento que más lo necesitaba el equipo, que aspira a conseguir el vigésimo octavo título de la Serie Mundial.

Su explosión ofensiva surgió inesperadamente para encabezar el ataque de los Yanquis en los dos primeros partidos de la serie de división de la Liga Americana contra los Mellizos de Minnesota.

Cuando también se esperaba que fuesen las grandes estrellas que hay dentro del equipo, que tiene una nómina de 206 millones de dólares al año, las que surgiesen para liderar a los Yanquis, la realidad ha sido muy diferente.

Los grandes productores con el bate son Granderson y Berkman, mientras que Derek Jeter, Alex Rodríguez, le boricua Jorge Posada y dominicano Robinson Canó están, de momento, silenciados.

"Eso te acerca pronto con tus compañeros, cuando uno comienza a pegar buenos imparables en la fase final", admitió Berkman, que llegó traspasado por los Astros de Houston.

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