viernes, 9 de julio de 2010

Menores dicen no están arrepentidos .

Ramón Cruz Benzán
listindiario.com
Santo Domingo

Tres de los cinco menores acusados de asesinar a siete taxistas en distintos puntos de Santo Domingo Este proclamaron ayer que no se arrepienten de los hechos que se les imputan.

Tras ser montados en un vehículo de la Policía Nacional, luego de una audiencia preliminar, a los menores se les preguntó si no se arrepienten de los hechos criminales que se les imputan, a lo que respondieron que no y que volverían a hacerlo.

Las dos jovencitas que también forman parte del grupo, cuando eran trasladadas a Najayo tenían faldas de colegiala y en todo momento sonrreían ante la mirada de los periodistas y de los familiares de las víctimas.

La solicitud de apertura a juicio presentada por la Fiscalía de la provincia Santo Domingo fue aplazada para el 22 de julio por la jueza Leidy Alcántara, del tribunal de Niños, Niñas y Adolecentes de la provincia de Santo Domingo, debido a que el abogado de uno de los menores, el doctor Hitler Fatule Chaín, no compareció a la audiencia.

Atención a las víctimas
En la audiencia las víctimas son representadas por los doctores Franklin Franco (hijo) y la licenciada Clara Elisabeth Davis Penn, del Departamento de Atención a la víctima de la Procuraduría General de la República.

Una de las madres de los siete taxistas asesinados dijo tener la esperanza de que la jueza envíe por ante un tribunal criminal a los menores responsables de los hechos.

La madre del joven de 23 años, Jonatan Bello De Óleo, Consuelo Concepción Bello, dijo que la justicia tiene que hacer su trabajo porque esos menores infractores necesitan un castigo, tras señalar que hay muchos delincuentes que andan sueltos en las calles.

Dijo que su vástago tenía una vida útil, era estudiante y que fue asesinado por los cinco menores y dos adultos cuando lo abordaron el primero de abril pasado (Jueves Santo), en el momento que estaba trabajando como taxista en el puente Juan Carlos de la capital.

Juicio de fondo
Entiende que los menores deben ser castigados y enjuiciados como adultos, “porque agarrar a una persona viva y echarle ácido del diablo para dejarlo desfigurado, son hechos repudiables”.

Guarda la esperanza de que cuando el caso sea conocido en un juicio de fondo le canten 30 años, aunque el Código solo estipula cinco. Unos 60 miembros de la Policía acordonaron el tribunal ayer para evitar disturbios, ya que los familiares de las víctimas estaban muy molestos y reclamando mayores penas para los jóvenes que confesaron ser asesinos.

Pedido de taxistas
Mientras que taxistas de diferentes compañías portaban pancartas y vociferaban consignas pidiendo justicia.

Muchos de esos taxistas no trabajaron en el día de ayer, como muestras de repudio a acciones que calificaron de repugnantes, por el hecho de que niños aparentemente inconcientes que no saben lo que quieren estén quitándoles la vida a personas trabajadoras que pudieran ser sus padres.

Pero lo peor aún, señalan, es la forma en que descarademente confesoron los crímenes y ahora se ríen.

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