Se le identificó como miembro de la peligrosa pandilla MS–13 (Salva Mara Trucha). Los crímenes ocurrieron en el 2007 y además de los asesinatos, el inmigrante hispano fue sentenciado también por robo y porte ilegal de arma de fuego.
El juez fue implacable con el centroamericano de 27 años de edad, quien durante la lectura de la sentencia, no dijo una sola palabra en
Las víctimas, Dashon Harvey, Terrance Aeriel y Iofemi Hightower, eran estudiantes sobresalientes en
Una cuarta víctima, Natasha sobrevivió y en el hospital identificó a los criminales, acusación que confirmó durante el juicio en la corte de Newark.
Ella dijo después de la sentencia que cuando Godínez muera en la cárcel, hará una gran fiesta de celebración. Parientes de los muertos hablaron en la audiencia y mostraron satisfacción con la condena, aunque algunos dijeron que el nicaragüense debió haber sido ejecutado. Otros cinco acusados están a la espera de juicios.
El hispano, a quien su abogado describió en un juicio celebrado en
Godínez actuó junto a otros tres pandilleros.
Una prueba del ADN de Godínez, confirmó que él había estado tomando cervezas antes, durante y después de los asesinatos y la muestra se tomó de una botella encontrada en la escena.
El jurado sólo necesitó cuatro horas para llegar al veredicto de “culpable” contra Godínez en cada una de las 17 acusaciones criminales. Los cadáveres de las víctimas que fueron encontrados arrinconados en una pared del área de recreo de la escuela superior de Newark, tenían un balazo en la nuca.
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