Decenas personas sufren picazón e irritaciones tras bañarse en Boca Chica

POR SAUL PIMENTEL

BOCA CHICA.- Numerosas personas que este sábado se bañaron en la playa de aquí dicen que sintieron picazón e irritaciones en la piel, mientras comerciantes locales observan que la situación no es nueva y amenaza con convertirse en un problema económico para la zona.

Este sábado periodistas de ALMOMENTO.NET observaron cuando bañistas salían del agua rascándose y quejándose. Incluso, los reporteros se zambulleron en el área más frecuentada por turistas nacionales y extranjeros, frente al lugar donde están varios hoteles, y a los pocos minutos también sintieron picazón en la espalda.

José Jiménez, un residente en Boca Chica, atribuyó la situación a una cantidad fuera de lo común de las denominadas “aguas vivas”, una especie animal marina que abunda en aguas territoriales domicanas.

Sin embargo, Manuel Fermín, quien junto a su familia visitaba la playa este sábado, expresó su presunción de que el problema es provocado por la creciente contaminación. “A pesar de las frecuentes denuncias, muchas aguas negras procedentes de hoteles, restaurantes y otros establecimientos son vertidas en el mar, sin que ningún departamento del gobierno se haya animado a intervenir”, expresó.

Josefina Ramírez, una de las que salió del agua rápidamente, no descarta que la picazón sea provocada por combustibles que son vertidos en el mar por los barcos que a diario tocan el puerto multimodal Caucedo, ubicado en las cercanías.

Comerciantes consultados dijeron que esta situación va en aumento y se ha convertido en una amenaza para sus negocios ya que cada vez es menor la cantidad de personas que visitan este balneario, considerado uno de los más bellos y con mejor ubicación geográfica del país.

La cercanía de Boca Chica a la ciudad de Santo Domingo, sus aguas cristalinas y su blanca arena la han hecho la playa más concurrida de la República Dominicana. Está ubicada en la bahía de Andrés, a unos 30 kilómetros al Este de la Capital. Comenzó su desarrollo turístico en los años 50 cuando el dictador Rafael Leónidas Trujillo ordenó la construcción de un moderno hotel, el cual se llamaría "Hotel Hamaca" que se convirtió en un ícono de la región. En este hotel se hospedó Fulgencio Batista asilado en la República Dominicana después que la revolución cubana tomó La Habana.